SANTA FE Y PARANA (DyN) -- Más de ocho mil personas se encontraban evacuadas en
Santa Fe, tras el desborde del río Salado y sus afluentes, en una situación calificada
por las autoridades como "una catástrofe" y que se agrava minuto a minuto, al
punto que ayer por la tarde el agua había llegado casi hasta el centro de la capital
santafesina. Si bien las inundaciones en Santa Fe afectaron duramente el centro y norte
de la provincia, en Entre Ríos también algo más de un millar de personas fue evacuado y
un hombre murió al ser arrastrado por la corriente de un arroyo durante una tormenta.
El gobernador santafesino Carlos Reutemann, que desde el lunes sigue personalmente las
obras de contención, el rescate de evacuados y gestiona créditos para ayudar a los
damnificados, consideró ayer que el fenómeno natural que afecta a su provincia "es
más que una catástrofe".
"Nunca me imaginé una situación igual", dijo Reutemann en una breve charla
con periodistas que lo siguieron hasta el hospital de niños de la capital provincial,
donde se concretó el traslado de los pacientes internados en salas de la planta baja.
Además, reconoció que "siempre se hicieron trabajos sobre la línea del río
Paraná, nunca se realizaron sobre la cuencia del río Salado", que ahora desbordó.
"Esto es un aluvión de agua nunca visto, espero que la Nación nos ayude, hasta
ahora no llegó nada", clamó el mandatario, quien a su vez fue verbalmente agredido
por vecinos de la ciudad que salieron cuando el gobernador caminó por las calles de Santa
Fe.
Es que además de la inundación en los campos, que generaría pérdidas por más de
200 millones de dólares, según estimaron técnicos del Ministerio de Agricultura, el
desborde del Salado provocó gran cantidad de inconvenientes en la capital, donde se
cortó el tránsito en la autopista que va a Rosario, la ruta 11, que corre en forma
paralela, y se declaró la emergencia eléctrica por lo que muchos barrios quedaron sin
luz.
Por eso, las autoridades municipales y provinciales consideran que esta inundación es
la peor de las últimas décadas.
En ese marco, personal del Ejército, Gendarmería, Prefectura, Policía, de los
Ministerios provinciales, Defensa Civil, Bomberos y entidades civiles como Cruz Roja y Red
Solidaria participaban ayer activamente en la evacuación y atención de los damnificados.
Mientras las fuerzas de seguridad con todos sus móviles y hasta algunos colectivos de
línea trasladaron a los evacuados a refugios en instalaciones oficiales, universidades y
clubes, las entidades solidarias juntaron medicinas y ropa para abastecer a los
damnificados.
En la ciudad de Recreo, a 15 kilómetros al norte de Santa Fe, el casco urbano había
quedado ya en la mañana del martes bajo las aguas y se vivían situaciones dramáticas en
los departamentos Las Colonias, Garay, San Cristóbal, San Javier y San Justo.
En el barrio capitalino Santa Rosa de Lima, los vecinos armaron barricadas para impedir
el avance de las aguas, mientras los pobladores del Cabal denunciaron ante la policía que
grupos de personas en canoa intentaron saquear las casas abandonadas.
Por otra parte, en Entre Ríos, un hombre de 44 años, que la policía identificó como
Armando Plen, fue hallado muerto en Concordia, en el noreste de la provincia, donde algo
más de un millar de personas también se encuentra evacuado.
Según la policía, el cuerpo de Plen fue encontrado luego de que su familia reportara
su desaparición el lunes cuando cruzaba un arroyo crecido en medio de una tormenta.
En Entre Ríos, en los últimos días, se registraron más de 300 milímetros de
lluvia, lo que provocó crecientes de ríos y arroyos y obligan a los pobladores a salir
de sus casas, principalmente, en ciudades del centro y norte de la provincia, a los que
ayer se sumaron otros habitantes de Concordia, Colón y Gualeguay.
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