"Llena está de sangre la espada de Jehová...
porque tiene sacrificios en Basora"
Isaías 34
El dominio de la segunda reserva petrolera del mundo y
demás intereses de índole económica parecen ser, a simple vista, los principales y
únicos motivos que movieron a los Estados Unidos y sus aliados a emprender una guerra
contra Irak. Pero estos son los motivos evidentes e inmediatos que con su fulgor
enceguecen a quien trate de ver mas allá, donde se encuentra la presencia de la real y
oculta causa de los hechos.
Las causas ocultas
"¿Quién es ese que llega desde Edom, desde Basora, con las ropas
enrojecidas?.... Los he pisoteado con ira, los he estrujado con furor, su sangre salpicó
mi ropa y manchó todas mis vestiduras. Porque tenía previsto un día de venganza y
había llegado mi año de redención.... Pisoteé a los pueblos en mi ira, los embriagué
en mi furor, hice correr su sangre hasta el suelo." (Isaías 63,1)
En 1990, en el preludio a la guerra de Estados Unidos con Irak, el Rebe de Lubavitch,
Rabi Menajem Mendel Schneerson, explicaba a sus seguidores en sus cuarteles generales de
Brooklyn el significado de los versículos bíblicos precedentes.
Según explicara el influyente rabino, el texto era referido a la guerra que se
avecinaba, guerra que daría comienzo en 1991. Ésta, según sus palabras, no debía
provocar pesar o temor para el pueblo judío; lejos de eso, debía ser motivo de gozo pues
sería una victoria para el judaísmo. Una victoria que allanaba y acortaba el camino para
la "Redención de Israel".
"No hay razón para confundirse o atemorizarse. Por el contrario, esta
confrontación está anunciando el tiempo de nuestra redención", afirmaba.
El Rabí, fue mas lejos, predijo, o tal vez sería mejor decir anunció, que una nueva
guerra entre los Estados Unidos e Irak ocurriría a mediano plazo y en esta tomaría
nuevamente un papel principal la ciudad de Basora.
Doce años después, cuando la metralla comienza nuevamente a sonar en Irak, los
rabinos vuelven a comentar de igual forma los antiguos textos: "Porque el Señor
tiene un sacrificio en Basora y una gran matanza en el país de Edom... porque el día de
mi venganza esta en Mi corazón y el año de mi redención ha llegado." (Isaías
34,6)
Apoyándose en estos textos, el establishment judío señaló la guerra contra Irak
como una guerra emprendida por el mismo Dios contra sus enemigos y más importante aún,
como un signo de su "liberación", de su ya nombrada "redención".
Esta peculiar interpretación de los textos bíblicos puede causar sorpresa entre los
no judíos, sin embargo se encuentra en total sintonía con otros textos sagrados para el
judaísmo.
Tanto en el Talmud como en el Zohar ( por ejemplo en Avoda Zara 58b o Shabat 29b ) se
encuentran varios pasajes que avalarían esta exégesis de los textos bíblicos. En ellos
podemos encontrar varias citas que hablan de una guerra en que la ciudad de Basora sería
uno de sus principales escenarios; y que iniciaría el fin de los días del
"cautiverio de los hijos de Israel".
Éstas explicaciones de los textos bíblicos podrán parecerles a muchos descabelladas,
pero no son especulaciones de quien escribe, sino que es el pensamiento sostenido dentro
de las corrientes judías ortodoxas. Con esta perspectiva, podemos apreciar que la otra
guerra, la guerra por el petróleo, los intereses económicos o como una acción
preventiva contra ataques terroristas, es sólo una cortina de humo.
La guerra tiene sus beneficiarios inmediatos, las compañías petroleras
norteamericanas por ejemplo, sin embargo, conociéndolo o no, éstos sirven a metas ajenas
y mucho más amplias.
La ortodoxia judía se está sirviendo de caprichosas manipulaciones de los textos
bíblicos relacionándolos con textos propios, para provocar en el pueblo judío ese
sentimiento místico.
¿Ahora Siria?
Al parecer los grupos extremistas judíos continuarán con su siniestra lógica,
realizando paso a paso sus profecías. En los momentos de escribir esto, Estados Unidos
amenaza con atacar Siria. Esta nueva guerra, por mas increíble que parezca, cumpliría lo
dicho por Jeremías miles de años atrás. En sus profecías, la guerra contra Siria
sucedía a la guerra contra Irak.
En Jeremías 49,13 podemos leer: "Porque por mí he jurado, dice Jehová, que
asolamiento, oprobio, soledad y maldición será Basora, y todas sus ciudades serán
desolaciones perpetuas.... He aquí que como águila subirá y volará, y extenderá sus
alas contra Basora; y el corazón de los valientes de Edom será en aquel día como el
corazón de mujer en angustias. Se desmayó Damasco, emprende la huída, le asalta el
terror, es presa de la angustia y los dolores como una parturienta. ....Por eso, sus
jóvenes caerán en sus plazas, y todos los hombres de guerra morirán en aquel día, ha
dicho Jehová de los ejércitos. Yo prenderé fuego a la fortaleza de Damasco, y él
consumirá las casas de Ben-Hadad."
Si logran continuar moviendo los acontecimientos en el orden de la realización de sus
sangrientas profecías, los blancos siguientes podrían ser, aparte de Siria: Jordania,
Irán y Arabia Saudíta. Pero sean cuales fueran los escenarios futuros, sean cuales
fueran los motes que se le impongan a esas guerras, se seguirá asesinando inocentes,
destruyendo ciudades, gastando millones y arriesgando soldados en pro de una siniestra sed
de dominación.
"La verdad os hará libres"
Durante la guerra contra Irak, manifestaciones contra Norteamérica y sus aliados
inundaron el mundo. Pero ni en murmullo se escucharon las razones reales de esta guerra ni
sobre los verdaderos inspiradores y beneficiarios de ella. Tal vez la difusión de las
causas ocultas de esta guerra, la identidad y fines de sus gestores puedan evitar que
nosotros, que nuestros hijos, que nuestros pueblos, seamos parte del túmulo de cadáveres
de justos e inocentes sobre el que Israel está construyendo su "redención".
Nicolás Saint
26 de abril de 2003
Saint@gmx.net
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Advertencia del autor:
- El autor no expresa ninguna idea de corte racista. Sus
críticas no son hacia ningún grupo racial determinado sino hacia personas o grupos con
ideas determinadas.
- No se intenta apoyar o justificar ninguna clase de terrorismo, sea del grupo que fuere.
Un niño muerto lo es igual por un misil o por un hombre-bomba.
- Sólo se intenta develar la Verdad, que ella nos ayude.
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