Desde la madrugada de ayer, miles y miles de
personas en todo Estados Unidos hacen fila para inundar los más de 2.800 cines que
exhiben la película La Pasión de Cristo. Las entradas están agotadas en
casi todas las ciudades y las reacciones no se dejaron esperar.
Solo en Plano, Texas, unas seis mil personas se organizaron para asistir a las 6 de la
mañana, a la primera función de la cinta. Todo esto, sin atender a los críticos que
acusan a la película de "antisemita" y de ser "demasiado violenta".
"Creo que si eres cristiano, la película multiplicará tu fe en lo que Cristo ha
hecho por uno. Y si no eres cristiano, probablemente tratarás con más amor a tu
prójimo", señaló Joseph Camerieri, pasante de abogacía de 39 años residente en
Los Angeles, mientras trataba de contener las lágrimas en declaraciones a Associated
Press.
Y en Nueva York, mientras la prensa internacional dio cobertura a un pequeño grupo de
30 activistas judíos que intentaban disuadir a los transeúntes para que no vean la
película, William Donahue, presidente de la Liga Católica, aseguró que verá la cinta
por segunda vez con líderes de otras religiones, incluyendo el judaísmo.
"Ésta
es la película más poderosa que he visto en mi vida , indicó Donahue, cuya
organización subsidió unas 3.200 entradas.
Al igual que Donahue, los demás espectadores admitieron quedar profundamente
conmovidos con el filme. "Después de que la vi me quede estupefacta, nunca pensé
que Jesucristo había sufrido tanto y hasta ahora me sigue haciendo reflexionar todo lo
que vi", contó llorosa la mexicana Sofía Martínez a las agencias internacionales
de noticias al salir de un cine de Los Angeles.
Carlene Morrow y su marido, los primeros afortunados en ver la película en las salas
neoyorquinas, salieron visiblemente impactados. Al ser consultados por la prensa, la
señora Morrow, que intentaba detener su llanto para poder hablar, explicó que
justificaba totalmente las escenas de violencia, indicando que "tenía que ser lo
más horrible posible, porque fue así"
Causó asombro conocer que en Plano Texas, un empresario compró 42 mil dólares de
boletos en una sala de cine y ayer por la mañana estuvo regalándolos a la gente. Arch
Bonnema, propietario de la asesora financiera Joshua Financial y miembro de la Iglesia
Bautista Prestonwood, gastó una pequeña fortuna para reservar por 12 horas y para varias
exhibiciones las 20 salas del cine Cinemark Tinseltown, ubicado en un suburbio de Dallas.
"La Pasión de Cristo cambió mi vida", aseveró Bonnema.
Cientos de personas, la mayoría de ellos feligreses de su iglesia, estudiantes de
teología y otros, comenzaron a ver la película poco después de la medianoche.
Opacó a la entrega de los Oscar
La obra de Mel Gibson provoca fenómenos únicos e inesperados, como prácticamente
hacer olvidar a la crítica y al público que en apenas 3 días se hará la entrega anual
de los premios Oscar de la Academia de Hollywood. El film, que fue rodado en los
deslumbrantes estudios Cinecittá de Italia, los cuales fueron fundados por Benito
Mussolini, aumenta más esta sorpresa teniendo en cuenta que no posee el apoyo de ninguna
de las grandes distribuidoras del medio, y además está hablado en arameo y latín y
tiene subtítulos.
Críticas de fanáticos e intolerantes sionistas
Uno de los críticos más acérrimos de la
película, el director nacional de la Liga Judía Anti-difamación, Abraham Foxman,
reiteró sus acusaciones este miércoles y lamentó que Gibson "no haya introducido
cambios".
"La película continúa echando la culpa a los judíos de un
modo inequívoco", afirmó. Los judíos son presentados "sedientos de sangre,
coléricos y vengativos, mientras se es comprensivo con los romanos. Toma
cada oportunidad para acusar a los judíos; lo que lo vuelve peligroso es que él es un
genio de su arte, y al hacerlo tan doloroso aumenta la catársis y la furia",
agregó.
"No tengo dudas de que esta película causará antisemitismo. No tengo ninguna
duda de que esta película traerá como resultado la violencia," afirmó el
legislador demócrata Dov Hikind. "Nadie dice 'judío sucio' en la película, pero
ese es el claro mensaje".
El rabino Marvin Hier, fundador del Centro Simón Wiesenthal en Los Angeles, dijo:
"Puedo decirles que este es un filme terrible, un retrato terrible de los judíos, y
causará un daño tremendo y será un placer para todos los enemigos del pueblo judío. El
filme muestra a los judíos de la peor forma posible. Los judíos no sólo son
contrastados en forma negativa con los nuevos judíos, los cristianos, sino también
contra la jerarquía romana," dijo Hier a Reuters.
Hier dijo que también objetaba las imágenes físicas de los judíos en la película,
al decir: "Me molestó su aspecto maligno. Sus caras siniestras. Todos ellos parecen
Rasputines de ojos oscuros y sus caras están en fuerte contraste con las maravillosas
expresiones en las caras de los cristianos."
Algunos diarios norteamericanos calificaron a la obra de Mel Gibson como un filme
"goebbeliano", y lo compararon con las películas que realizaba el Tercer Reich
durante la Segunda Guerra Mundial.
Apoyo activo de la comunidad cristiana
"La
Pasión de Cristo es extraordinaria por su poder de actuación, dirección, trabajo de
cámara y edición", escribió el mes pasado el obispo católico romano de Denver,
Charles Chaput, en el semanario de la diócesis. "Vea este filme. Nunca leerá una
narración sobre la Pasión de Cristo que sea parecida", agregó Chaput, uno de los
tantos lideres eclesiásticos invitados al preestreno.
Tres miembros de la Oficina de Cine y Broadcasting de la Conferencia Episcopal
Estadounidense publicaron un comentario en el que sostienen que La Pasión de
Cristo dará a los cristianos una comprensión más profunda del drama de la
salvación y la magnitud del amor y el perdón de Dios.
En el texto, publicado por Catholic News Service, Gerri Pare, David DiCerto y Anne
Navarro coinciden en que la cinta no trata de lo que los hombres le hicieron a Dios
sino de lo que Dios hizo por la humanidad.
Para los tres expertos, el filme es una obra de arte devocional, un conmovedor
Vía Crucis y su realismo es "impresionante".
En
Washington DC, la Coalición Cristiana publicó un comunicado oficial en el que alienta a
todas las familias cristianas a ver "La Pasión de Cristo" con sus amigos.
La presidenta de la Coalición, Roberta Combs, agradeció en el texto al director Mel
Gibson por tener el coraje de producir una película como ésta sobre un momento tan
importante para la historia de nuestra civilización.
En Grand Rapids, el Obispo Kevin Britt, ofreció declaraciones sobre la película
después de verla; la consideró muy poderosa. No creo que pueda leer el
Evangelio de nuevo con los mismos ojos. Ver el sufrimiento real de Cristo le da todo un
nuevo significado, aseguró el Obispo y explicó que su violencia refleja lo
que realmente ocurrió.
redkalki@libreopinion.com
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(Con información de ACI Prensa, AFP, EFE, Reuters)
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