BOLIVIA (De nuestro Corresponsal) -- Las relaciones comerciales con Chile y México
de parte de Bolivia en las últimas horas se han puesto muy tensas. En primer lugar a
raíz de la venta de gas a la Argentina por parte de Bolivia, con una cláusula especial
de que no podría reexportarse a Chile "ni una molécula". Chile reaccionó muy
airadamente y presentó una queja formal al gobierno de Carlos Mesa. De igual forma, el
gobierno mapochino decidió suspender las negociaciones para un acuerdo de
complementación económica con Bolivia. El presidente Mesa, ante estas actitudes,
manifestó: "es una decisión que lamento profundamente, pero nosotros en este
contexto no cambiamos". Luego agregó que la decisión de venta condicionada del gas
a la Argentina es soberana: "Bolivia tiene pleno derecho a decidir qué hace con sus
recursos naturales, a quien vende y a quien no los productos de las materias primas que
tiene", manifestó Mesa.
Por su parte, los exportadores bolivianos consideran que la decisión de Chile de
suspender las negociaciones para un acuerdo de complementación económica entre ambos
países afectará más a Chile que a Bolivia. Gabriel Dabdoud Alvarez, presidente del
Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), manifestó "con seguridad que el que
pierde más es Chile, porque manda una señal soberbia a un país como Bolivia que durante
los últimos años ha generado en favor de Chile miles de empleos", y acotó que
"Chile se benefició con más de 1.300 millones de dólares en compras que Bolivia
hizo de sus productos desde 1993". Dabdoud continuó, señalando que "la
actividad económica y comercial de parte de los operadores bolivianos ha resultado vital
para la supervivencia para la Primera y Segunda Región chilena".
Asimismo, el vice canciller boliviano insistió en sentido de que Bolivia estudia la
posibilidad de licitar su carga desde y hacia ultramar; Jorge Gumucio lo admitió días
después de que una huelga de estibadores colapsara por casi dos semanas su comercio en el
puerto chileno de Arica, por donde fluye un 80% de su comercio internacional. El alto
dignatario boliviano manifestó "estamos estudiando la licitación de la carga
boliviana en los puertos del Pacífico para que podamos ver otras opciones de puertos,
incluyendo el peruano de Arica, es decir, el Muelle Norte al servicio del Perú".
Todas estas declaraciones por parte tanto del presidente Mesa y de su vice ministro de
Relaciones Exteriores, así como del empresariado boliviano, hacen más evidente el
deterioro de las relaciones comerciales con Chile, más aún cuando el gobierno mapochino
licitó para la privatización la terminal de Arica, por el cual, merced al Tratado de
1904 suscripto después de la Guerra del Pacífico, las mercaderías bolivianas deben
circular gratuitamente. El gobierno boliviano considera que la privatización del puerto
de Arica contraviene las prescripciones del indicado Tratado.
Consecuentemente, con la decisión de Bolivia de vender a la Argentina su gas, sin
ninguna posibilidad de ser reenviado a Chile, y con la ruptura de las conversaciones para
el acuerdo de complementación económica con el gobierno mapochino, se aleja cada vez
más posibilidad de una salida del gas boliviano a EE.UU. por cualquier puerto chileno.
En otro frente, México demandará a Bolivia por las reses de alta calidad genética
sacrificadas por el país por falta de certificados sanitarios. La embajada de México en
La Paz, mediante un comunicado manifestó que la decisión de sacrificar ese ganado
se tomó sin que mediara sustento científico o comercial alguno".
El ganado llegó de México a Bolivia el 26 de marzo para ser expuesto en la Feria
Agropecruz 2004, que se realizó en Santa Cruz. Según el gobierno mexicano, el ganado era
"incuestionablemente sano y debidamente certificado por la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación del país, de acuerdo a
la normativa internacional emitida por la Oficina Internacional de Epitossotias y a los
requerimientos establecidos por el gobierno de Bolivia. En cambio las autoridades
bolivianas indicaron que los requisitos establecidos en la legislación boliviana no se
cumplieron.
Estos dos frentes comerciales, Chile y México, que tiene el gobierno de Mesa, deben
ser resueltos dentro de un panorama político interno que cada día va oscureciéndose
más: protestas de universitarios, choferes y cocaleros es el pan nuestro de cada día en
Bolivia, y como si fuera poco se habla de un posible golpe de Estado. El presidente Mesa
en este último punto manifestó que ello era completamente imposible". La
sociedad civil boliviana comparte el criterio del primer mandatario boliviano, no es
cuestión de que el ejército salga con sus tanquetas a la calle; esto es fácil, pero lo
imposible es que la embajada americana diga "yes" o "very good" a un
plan de desestabilización de la democracia boliviana.
(Guillermo Teddy Elizalde para la Red Kalki)
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