BOLIVIA (De nuestro Corresponsal) -- A raíz de la caótica situación política,
social y económica que vive Bolivia, los empresarios españoles decidieron congelar sus
inversiones en este país altiplánico. Ellos manifiestan que existe una inseguridad
jurídica y por lo tanto cualquier nueva inversión está indefinidamente suspendida.
Los españoles tenían previsto invertir en Bolivia algo más de u$s 84 millones de
dólares, según la Cámara Oficial Española de Comercio e Industrias. El ejecutivo de
este organismo, José Luis Muñoz, sostuvo que los paros y huelgas en diversos sectores
sociales no garantizan la continuidad del presidente Carlos D. Mesa y crea, según el
ejecutivo, incertidumbre en el plano económico y social. Por otra parte manifestó:
"estamos muy preocupados por la convulsión social, pero seguimos con la esperanza de
días mejores y que se superen los problemas en este país. Las inversiones no se van a
producir este año, quizás sea por dos o tres años más. La inseguridad jurídica es muy
grande en estos momentos", indicó Jose Luis Muñoz.
Por su parte, el gerente general de la petrolera española Repsol-YPF, José María
Eomero, también confirmó que la empresa decidió frenar sus inversiones este año hasta
que mejore la situación económica de Bolivia, y sobre todo que su gobierno otorgue
seguridad jurídica al sector con la nueva ley de hidrocarburos. Para el agregado
ecónomico y comercial de la embajada de España, Emilio Guerra, el caos social social que
se observa desde octubre del 2003 a la fecha genera más incertidumbre en los actores
económicos, principalmente cuando por los intereses políticos de algunos dirigentes se
intenta afectar al rubro hidrocarburífero.
Hay que reconocer que España es el país con mayores inversiones en Bolivia, despues
de EE.UU., según datos que maneja el gobierno boliviano. Las inversiones españolas en
Bolivia ascienden a u$s 1.390 millones de dólares. La lista de empresas que invierten en
Bolivia está encabezada por la petrolera Repsol-YPF con más de u$s 700 millones de
dólares, seguida por la Transportadora de Electricidad (TdE), y luego otras con menos
inversiones.
El asesor de comercio exterior Carlos Serrano manifestó "si Bolivia sigue en este
estado de caos no va ir a ninguna parte, el país se hundirá. La gente debe darse cuenta
que solamente poniéndole el hombro va progresar. Los inversionistas nacionales y
extranjeros tememos que pase otro Octubre Negro".
Consultado sobre este escabroso tema, el canciller de la República evitó referirse al
tema. El ministro de Hidrocarburos del gabinete del presidente Mesa no pudo ser encontrado
para conocer la palabra oficial del gobierno al cierre de este despacho. El gabinete
estaba sesionando bajo la dirección del presidente boliviano.
Diferentes organizaciones sociales y económicas de Bolivia, al conocer la posición de
los empresarios españoles, manifestaron su gran preocupación. En Santa Cruz, el
presidente de la Cámara de Comercio e Industria, Cainco Zvonko Matkovic, manifestó
"nos están tumbando los conflictos sociales de La Paz ¿Por qué creen que nos
oponemos a que las marchas se realicen en Santa Cruz?. Porque van a tumbar a Santa Cruz
más. Si esto sigue así, van a tumbar la economía. Las exportaciones están mejorando,
pero por la parte de los conflictos todo va peor. Pedimos un pacto productivo y la
seguridad jurídica, aquí no hay vuelta que darle".
Un alivio a estas declaraciones tan negras provino de un alto funcionario del Banco de
Santa Cruz, que pertenece al Grupo Santander de España, quien manifestó: "no soy el
hombre indicado en este momento para hablar del tema, pero el panorama es complicado para
todos los bolivianos. Sin embargo, el banco tiene vocación de permanencia. Como Banco
Santa Cruz tenemos como misión seguir trabajando en el desarrollo del país. El tema de
la banca es todo un proceso y en ese marco estamos firmes", manifestó Alfonso
Alvarez, miembro de la mencionada entidad.
Con todo este panorama desolador en la economía boliviana, el gobierno de Mesa ahora
tiene otro frente de conflicto, pero esta vez de carácter externo: el retiro de las
inversiones españolas. Y puede producirse a corto plazo una especie de "efecto
dominó", ya que existe la posibilidad de que otros empresarios extranjeros tomen la
misma actitud que los españoles. Para la mayoría de la población boliviana, el gobierno
de Carlos Mesa dá la impresión de que se encuentra en una especie de levitación
política sin rumbo; no sabe lo que quiere y menos a dónde va, pero también la gente de
pie apoya a Mesa y no quiere ningún nuevo Octubre Negro, lo que quiere es trabajo y
desterrar la pobreza que cada día abre más puertas en los hogares bolivianos.
(Guillermo Teddy Elizalde para la Red Kalki)
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