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De nuestro Corresponsal
GERARDO MARABOTO

Panorama informativo
desde México

>  Martes 4 de mayo de 2004

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México y Cuba, de "cuates" a vecinos distantes en dos años

MEXICO (EFE) - La decisión del Gobierno mexicano de expulsar al representante diplomático de Cuba, Jorge Bolaños, y de retirar a su embajadora en La Habana, Roberta Lajous, pone al borde de la ruptura unas relaciones diplomáticas centenarias.

El ministro de Relaciones Exteriores de México, Luis Ernesto Derbez, anunció en la noche del domingo que esta decisión se debe a las declaraciones del Gobierno cubano en relación con el caso del empresario mexicano de origen argentino Carlos Ahumada, deportado el pasado miércoles.

En una comparecencia pública en la residencia presidencial, el jefe de la diplomacia mexicana criticó el discurso pronunciado por el presidente cubano, Fidel Castro, el 1 de mayo, y denunció algunas injerencias por parte de personal diplomático cubano acreditado en México.

La tensión entre las cancillerías de México y La Habana subió de tono cuando el pasado miércoles las autoridades cubanas deportaron al empresario Carlos Ahumada, acusado en México de fraude y corrupción, y emitieron un comunicado que provocó una nota diplomática de México.

Según La Habana, "los hechos relacionados con el señor Ahumada Kurtz y el escándalo público desatado en torno a ellos tienen una incuestionable connotación política y afectan de un modo u otro tanto a funcionarios y autoridades del gobierno como a otras personalidades políticas de México".

Pero lo que colmó la paciencia del presidente Fox fue que en el acto conmemorativo del 1 de Mayo, Fidel Castro, censurara a México por su voto en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

"Duele profundamente que tanto prestigio e influencia (de México) ganados en América Latina y en el mundo por su intachable política internacional, emanada de una revolución verdadera y profunda, hayan sido convertidos en cenizas", afirmó Castro.

Los estrechos vínculos diplomáticos entre México y Cuba cumplieron en 2002 cien años de historia, a lo largo de los cuales ambos países forjaron un relación de amistad que superó pruebas como la revolución cubana (1959) y el levantamiento zapatista (1994).

Pero la llegada al poder del conservador Vicente Fox, en diciembre de 2000, supuso un giro radical para la diplomacia mexicana, que durante años se basó en la llamada Doctrina Estrada.

Este planteamiento diplomático fue puesto en práctica en 1930 y debe su nombre a Genaro Estrada (1887-1937), quien fue ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno del presidente Pascual Ortiz Rubio (1930-1932).

La doctrina establece que México no debe juzgar, ni para bien ni para mal, los gobiernos ni los cambios en el gobierno de otros países, porque ello implicaría una intromisión en su soberanía.

En otras palabras, es un principio de no intervención en asuntos internos de otros países.

Pero México puso fin a esta práctica cuando en abril de 2002 votó en el seno de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, con sede en Ginebra, a favor de una resolución que pedía a Cuba permitir una inspección para verificar la situación de esos derechos en la isla.

El hecho no pasó inadvertido por el gobierno de Fidel Castro, que en respuesta difundió públicamente una conversación con el presidente Fox, en la éste que pedía que restringiera su estancia en México durante la Cumbre de la ONU sobre Financiación para el Desarrollo y que no criticara abiertamente a Estados Unidos.

Desde entonces, México y La Habana han intentado infructuosamente en varias ocasiones recuperar la relación "de cuates" que mantuvieron durante décadas ambos países en una alianza estratégica tan sólida como lóngeva.

De hecho, el territorio mexicano siempre fue el refugio de generaciones de luchadores cubanos, desde el mártir de la independencia, José Martí, hasta el grupo guerrillero liderado por Castro que preparó desde este país su insurrección contra el régimen de Fulgencio Batista.

La simpatía en México hacia la Revolución cubana quedó de manifiesto nada más conocerse el anuncio del canciller Derbez, cuando cerca de doscientas personas se concentraron frente a la sede diplomática de Cuba en la capital mexicana para mostrar su solidaridad con el régimen de Fidel Castro.

Pero las muestras de solidaridad no se limitaron a manifestaciones espontáneas: el presidente del Grupo de Amistad México-Cuba, el diputado del minoritario Partido del Trabajo, Gonzálo Yáñez, dijo a EFE que la decisión del presidente Fox "es la mayor idiotez de la política exterior mexicana desde hace muchos años".

Silencio en Cuba sobre crisis diplomática con México

Cuba mantiene silencio, por el momento, sobre la crisis diplomática desatada con México y Perú, que anunciaron la retirada de sus embajadores en La Habana en respuesta a las críticas de Fidel Castro contra los gobiernos de ambos países.

"De momento no hay reacción, no hay nada sobre eso y parece difícil que haya algo esta noche", dijo una fuente gubernamental.

El Gobierno mexicano ordenó ayer a su embajadora en Cuba, Roberta Lajous, que regrese a México inmediatamente, y pidió al embajador cubano en el Distrito Federal, Jorge Bolaños, que abandone este país en un plazo no mayor de 48 horas.

El Gobierno de Perú, por su parte, decidió disminuir el rango de su representación diplomática en Cuba y trasladar a Lima a su embajador en La Habana, Juan Alvarez Vita.

Durante su discurso del Primero de Mayo, Castro arremetió contra México, Perú y otros países latinoamericanos por votar en contra de la isla en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en Ginebra, el pasado 19 de abril.

"Duele profundamente que tanto prestigio e influencia ganados en América Latina y en el mundo por su intachable política internacional, emanada de una revolución verdadera y profunda, hayan sido convertidos en cenizas", dijo Castro en alusión a México.

"Lo peor y más humillante para México fue que las noticias relativas a su votación en Ginebra eran anunciadas desde Washington", añadió.

Perú, señaló el líder cubano, "constituye un ejemplo del grado de abyección y dependencia" provocado por las políticas neoliberales.

Además, Castro afirmó que el presidente peruano, Alejandro Toledo, conserva solo un 8 por ciento de popularidad y, por lo tanto, "no dirige ni puede dirigir nada".

En México, el canciller Luis Ernesto Derbez señaló hoy que "un hecho de la magnitud de lo dicho por el presidente Fidel Castro y por las acciones de sus funcionarios en México, no pueden pasarse por alto".

Las relaciones diplomáticas cubano-mexicanas atravesaban desde hace días por momentos de tensión por los comentarios de las autoridades de la isla que acompañaron a la orden de deportar a México al empresario mexicano detenido en Cuba Carlos Ahumada, acusado de fraude y corrupción.

Decenas de periodistas aguardaban esta noche frente a la embajada mexicana en Cuba, que permaneció cerrada y en aparente normalidad.

Tanto la embajadora de México en Cuba como su colega peruano se encuentran todavía en La Habana, según algunos de sus colaboradores.

Colin Powell califica como "apropiadas" las respuestas de México y Perú a Cuba

El secretario norteamericano de Estado, Colin Powell, consideró como "apropiadas" las reacciones de México y Perú de retirar a sus embajadores luego de las declaraciones realizadas por el presidente cubano Fidel Castro.

En el marco de una conferencia hemisférica en esta capital, Powell calificó como "absurdas" las imputaciones realizadas por Castro el pasado fin de semana contra los países que votaron en su contra en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

"A mi juicio México y Perú han respondido de manera apropiada", dijo el jefe de la diplomacia estadounidense.

Las declaraciones de Powell se realizaron luego de que México anunció el retiro de su embajadora Roberta Lajous y solicitó la salida del representante cubano en México Jorge Bolaños, para dejar las relaciones sólo a nivel de encargados de negocios.

El anuncio mexicano coincidió con el realizado por la cancillería peruana que también retiró a su representante en la isla, por considerar como "ofensivos" los comentarios del presidente cubano el pasado fin de semana.

El gobernante cubano lanzó duras críticas a México, Chile, Perú y otros países que respaldaron el 15 de abril último en Ginebra una resolución que pide a Cuba evitar acciones contra los derechos fundamentales y aceptar la visita de un monitor a la isla.

Este ha sido el mayor golpe por parte del Gobierno Mexicano al comunismo y socialismo que radica tanto en el país como en la isla.

(Resumen de noticias y comentarios de Gerardo Maraboto para la Red Kalki)

 

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