BOLIVIA (De nuestro Corresponsal) -- En la madrugada de ayer, el Congreso Nacional
de Bolivia decidió aprobar la ley marco del referéndum y un artículo transitorio que,
excepcionalmente, legaliza el decreto de convocatoria de la consulta que hiciera el
presidente Carlos D. Mesa.
La consulta popular convocada para el 18 del presente mes, que mediante decreto del
pasado 13 de abril hizo el gobierno de Mesa, tiene ahora todo el marco legal señalado por
la Constitución Política del Estado en lo referente a los tratamientos que deben tener
decretos y leyes en el Poder Ejecutivo boliviano.
La decisión fue adoptada a última hora, pese a que la bancada de la Nueva Fuerza
Republicana, liderada por Manfred Reyes Villa, pidió la revisión de la votación a
través de una "comprobación nominal del voto", que consiste en revisar una
determinacion argumentándo el caos de la sesión. Pero en tres minutos los legisladores
viabilizaron la aprobación de esta ley-marco; los parlamentarios del MAS, del MIR,
algunos del MNR y ADN aprobaron esta decisión, y los representantes nacionales de MIP,
UCS y la otra parte del MNR votaron en contra. Esta decisión congresal da un suspiro a
medio tiempo al presidente Mesa, quien en las próximas horas promulgará dicha ley.
Hasta aquí podemos ver un marco legal de esta convocatoria al referéndum, legítima
porque ha sido tratada en todas las instancias que exige la Constitución. Pero ahora el
primer mandatario boliviano deberá enfrentar la oposición de varios sectores sociales,
que en algunos casos han amenazado con recurrir al bloqueo y otras acciones de fuerza para
evitar la consulta democrática de más de 4 millones de personas que están habilitadas
para votar el proximo 18 de julio.
La ley-marco del referéndum contempla 14 artículos e instituye la convocatoria a tres
consultas, nacional, departamental (provincial) y municipal, teniendo ellas las
estructuras pertinentes para su respectiva convocatoria. Con relación a las preguntas del
referéndum, muchas instituciones de la sociedad civil boliviana han presentado recursos
de nulidad ante el Tribunal Constitucional , y este deberá pronunciarse sobre las mismas
en el plazo de ocho días. De no hacerlo, se presumirá la legalidad de las mismas.
Este marco legal establece que el referéndum es el mecanismo institucional de consulta
con el pueblo para que mediante el voto universal, directo, libre y secreto, exprese su
voluntad y criterio sobre normas políticas o decisiones de interés público.
Hasta aquí todo marcha bien en Bolivia, siempre dentro del aspecto meramente legal
para llegar al referéndum, pero varios sectores se rearticulan para bloquear al mismo.
Quispe Mallcu, líder de los campesinos del Altiplano boliviano, quien
renunció al curul como diputado para conducir a sus comunarios sin trabas, ataduras e
impunidad parlamentaria, está organizando la resistencia civil en las provincias del
departamento de La Paz. En Ayo Ayo, donde los comunarios quemaron a su alcalde por
corrupto y donde no tiene entrada ni la policía ni el ejército, anunciaron la quema de
anforas antes del día del referéndum.
En Santa Cruz, departamento tranquilo y dedicado al trabajo agrícola y ganadero, y uno
de los más productivos económicamente del país, varios sectores avisan que bloquearán
las principales carreteras que unen con el resto del país si no se cambian las preguntas;
otros sectores minoritarios apoyan la consulta popular.
Felipe Quispe Mallcu también anunció que desde el próximo lunes habrá
estado de sitio en las 20 provincias paceñas. Ya hay movilizaciones y
boicot organizado para no recibir las papeletas de voto, y las vamos a quemar,
sentenció el líder de los campesinos del Altiplano. Quispe no descartó que se produzcan
enfrentamientos con la policía y el ejército, al indicar que hará respetar sus leyes
(originarias) y no las del gobierno, como anunció el pasado domingo el presidente Mesa en
su programa dedicado al referéndum.
"Nos reservamos el derecho a protestar porque el gobierno no consultó a nadie
para hacer las preguntas. Los campesinos esperan que esta semana el presidente Mesa
responda, caso contrario, organizarán la movilización de su sector, que siempre conduce
al bloqueo de caminos. Los campesinos exigen el cambio de preguntas y que éstas sean más
concretas. Por ejemplo, piden que en la consulta el pueblo boliviano se manifieste con un
´Sí´ o con un ´No´ si están de acuerdo con la nacionalización de los hidrocarburos,
además de la revisión de los contratos de las empresas capitalizadas, definió
Quispe Mallcu. Según sectores de la sociedad civil boliviana, estas preguntas
son imposibles de hacer, por cuanto las mismas fueron elaboradas y articuladas en la
embajada americana.
Por su parte, la Central Obrera Boliviana (COB), manifestó que se está preparando,
pero no vamos a decir cuándo saldremos a las calles por estrategia, tal cual
dijo el dirigente Mancilla, del máximo organismo de la COB.
En Cochabamba, otro departamento importante en el sector agrícola, la
Coordinadora del Agua reunió a varios sectores y anunció que empezaba la
guerra contra la consulta nacional.
Podemos sintetizar nuestra información señalando que si bien ahora el referéndum
tiene un padre legal y una madre legitima, es difícil predecir lo que puede pasar antes,
durante y después de la consulta popular del 18 de julio. Para algunos analistas
políticos, poco a poco al gobierno se le van poniendo las cosas de castaño a oscuro con
motivo del referéndum, y remarcan que la sociedad civil boliviana quiere que Bolivia
despegue y no se hunda en el caos, pero las convocatorias de sectores gremiales de
vocación autoritaria para no participar en la consulta popular significará entrar en un
círculo de anarquía, aunque bien organizado por la falta de autoridad y ejercicio de
gobierno por parte del presidente boliviano. Estos analistas indican que si hoy no se
detiene a los sectores que están en contra del referéndum, éste corre gravísimos
peligros, y que ya es tiempo de que Mesa haga respetar la voluntad de más de seis
millones de bolivianos. Pero esta gran ilusión política no tiene asidero en la
ingeniería política del gobierno, por cuanto las más de las veces Mesa se parece a
Cristóbal Colón, quien salió sin saber dónde iba, llegó sin saber dónde estaba
y se fue sin saber dónde estuvo.
(Guillermo Teddy Elizalde para la Red Kalki)
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