BOLIVIA (De nuestro Corresponsal) -- Después de que el gobierno del Presidente
Mesa dictara las medidas de aumento en los carburantes para diesel y gasolina, la
población civil en las principales ciudades ha salido a las calles a protestar contra
esta medida, que incide tremendamente en la magra economía popular.
Estas medidas impopulares han dado lugar a que los pasajes en micro que
antescostaban 1,50 bolivianos subieran ahora a 2 bolivianos, lo que dio motivo a que
cientos de manifestantes salgan a las calles y provoquen bloqueos, y los que realizaron
marchas en la ciudad de Santa Cruz se fueron al edificio donde funcionan las oficinas de
la Federación de Transportistas Cruceños y procedieron a destrozar todo lo que
encontraron en su camino: muebles, documentos, etc. Cuando llegó el Comandante de la
Policía al lugar de los hechos no pudo dialogar con los manifestantes y tuvo que escapar
para no ser agredido.
Algunas instituciones con fuerte poder de apoyo popular incluso han solicitado la
renuncia de Mesa. Por su parte, la poderosa Central Obrera Boliviana ha dado al gobierno
un plazo de 24 horas para que revierta la medida del alza de carburantes. Si bien es
cierto que estos actos de protesta no se asemejan a los del "Octubre Negro",
donde al final el ex-presidente Sánchez de Lozada (Goni) tuvo que escapar por los techos
y de noche, cual delincuente común, también es cierto que hay una profunda decepción
del pueblo boliviano del actual gobierno que encabeza Mesa. Un gobierno débil, sin
orientación ni norte político y menos económico. La desilusión ha ido calando con
mucha fuerza en todos los estratos sociales de Bolivia, y el final no se puede dislumbrar
por el momento, pero de ninguna manera podría producirse un cambio de gobierno, aunque
esto es sólo por ahora.
Por si fuera poco, el miércoles hubo graves enfrentamientos en el norte de La Paz,
donde agrupaciones de campesinos sin tierra chocaron con la policía, y se informó que
hay varios heridos graves y posibles muertes.
Todo este panorama incierto, de convulsión en Bolivia, perjudica cualquier
reactivación económica. Para hoy se esperan otros acontecimientos graves por cuanto se
están organizando instituciones sindicales, maestros y fabriles para rechazar la medida
impuesta por la fuerza desde el gobierno, y lógicamente, siendo en verdad una imposición
del Banco Mundial y la Embajada de EE.UU. en Bolivia.
(Guillermo Teddy Elizalde para la Red Kalki)
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