DRESDEN,
ALEMANIA - 13.02.05 (RK) - Unas 10.000 personas participaron este domingo en la
ciudad alemana de Dresden de una marcha convocada por el Partido Nacional Democrático
(NPD) y otras organizaciones patrióticas con motivo de cumplirse 60 años de la
destrucción de la ciudad por el bombardeo de aviones aliados durante la Segunda Guerra
Mundial.
De acuerdo a los observadores, se trató de la mayor manifestación
nacionalista en Alemania de las últimas décadas.
Miles de jóvenes portando banderas negras, junto a sobrevivientes del
genocidio perpetrado por los anglosajones, conformaron el grueso de los manifestantes
que se congregaron en las cercanías de la sede del parlamento regional de Sajonia, a
orillas del Elba. Toda la manifestación estuvo acompañada con la música de Richard
Wagner y Karl Orff, que se oía a través de potentes parlantes.
La marcha fue encabezada por cuatro crucifijos de madera con las inscripciones
"Dresden", "Hiroshima", "Vietnam" y "Bagdad". El
ambiente antiestadounidense era palpable con permanentes referencias a los
"bombardeos terroristas de EE.UU.".
Fue frecuente el uso, además, de las banderas tricolores rojo-blanco-negras
con el símbolo del águila prusiana, mientras otro grupo de manifestantes
portaba una pancarta de tres metros en la que se leía "holocausto de bombas".
Por su parte, el puñado de activistas de ultraizquierda que intentó sin
éxito provocar a las filas patrióticas exhibió banderas estadounidenses e israelíes,
lo que fue visto por muchos ciudadanos independientes como una ofensa a la soberanía y al
honor nacional, y algunos no dudaron en calificarlos como "traidores a la
Patria".
La
marcha fue promovida por el Partido Nacional Democrático (NPD), la
organización más estructurada en el creciente espacio nacionalista germano, que en
las elecciones regionales de Sajonia de septiembre pasado alcanzó un sorprendente éxito
al conquistar el 9,2 por ciento de los votos, con los que logró conformar un
bloque propio de 12 legisladores en Dresden.
La manifestación fue acompañada por rigurosas medidas de seguridad. La policía
desplazó unos 4.000 efectivos para evitar cualquier tipo de enfrentamientos, pero luego
informó que no se produjeron mayores altercados, ya que el número de activistas
"antifascistas" fue realmente insignificante.
"Winston Churchill está a la cabeza de los criminales de guerra de todos
los tiempos", sentenció el dirigente Franz Schonhuber,
veterano de las tropas de asalto SS y antiguo líder del Partido Republicano, bajo el
aplauso de los manifestantes
Holger Apfel, presidente del bloque parlamentario del NPD en Sajonia, dio un
enérgico discurso en el que dijo que los bombardeos del 13 de febrero de 1945 son parte
de los "genocidios angloamericanos", e hizo un paralelo entre lo ocurrido en
Dresden y los ataques nucleares en Hiroshima y Nagasaki. Apfel advirtió asimismo que lo
mismo le podría suceder a Irán con George Bush en la Casa Blanca.
Norteamericanos y británicos tendrían que haber parado los ataques contra la
población civil indefensa en 1945, decía Herbert Jeschioro, de 77
años, un veterano quien pasó seis años como prisionero de guerra.
Otro manifestante, un maestro de escuela, explicó su participación con las palabras "tenemos
que ponerle fin al recuerdo unilateral, también las víctimas alemanas de la guerra
tienen derecho a ser recordadas".
La gente se mostró indignada con los planes del canciller
Gerhard Schroeder de viajar a Moscú para "celebrar la victoria aliada".
"¿Cómo se atreve a ir allá en vez de venir a rendirle homenaje a las víctimas de
Dresden?", expresó un clérigo local que se sumó a la marcha.
En declaraciones a la agencia Reuters, el presidente del NPD, Udo Voigt,
remarcó que su movimiento exige que Inglaterra pida oficialmente perdón por el genocidio
de Dresden.
Informe especial de la Red Kalki
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