La fundamentación brindada a los medios por
la Sra. Puiggrós se remite en los avanzados números oficiales. Sus textuales palabras
fueron las siguientes: "Nosotros trabajamos con la verdad y ponemos los números
tal como son, para que la sociedad se haga cargo y nosotros ponemos planes para trabajar
en esto. La sobreedad es el primer paso antes del abandono. Estamos trabajando muy
fuertemente en rearmar la secundaria. La herencia de los 90 es terrible, porque fracturó
en mil pedazos la enseñanza secundaria", agregó.Para poder comprender de que estamos
hablando nos remitiremos a la concreción del Polimodal.
Nivel que le continúa a la educación obligatoria, compuesto por un ciclo de tres años,
los cuales están diferenciados por su orientación.
La tasa de deserción en el
peldaño inicial del Polimodal aumentó varios dígitos en los últimos años: fue del 16%
en 2003, del 19,5% en 2004 y del 22,8% en 2005. Hace 13 meses se habían anotado 175.640
adolescentes para iniciar algunas de las cinco modalidades que propone la etapa final de
la educación media. Para la Dirección General de Escuelas es un dato que provoca alarma.
Y atribuyen el abandono a los altos niveles de "pobreza e indigencia" de los
estudiantes. "Es una edad en la que muchos se ven obligados a ingresar al mercado
laboral informal porque deben colaborar con la economía familiar", explicaron.
El año pasado Felipe Solá
propició el cambio del Polimodal por esta nueva nomenclatura: "Educación Secundaria
Básica" que se conjugarán con los últimos tres años de este Polimodal.
Pero... ¿Qué solucionamos con la
modificación de su nomenclatura? Si era tan sencillo decidir entre tres ramas básicas: -
¿Voy a ser Perito, Bachiller o Técnico? - era la mayor duda que se generaba en tiempos
no tan lejanos. Se ofrecen diferentes orientaciones como si fuesen ofertas de
liquidación. Cinco modalidades que permitirían una variación y especificación ante la
demanda del mercado laboral. La gran seudo oferta ofrecida en los años 90 desamparó,
bajo la luz de la exclusión, a aquellos jóvenes que por diversas razones salieron de las
aulas; la mayoría de ellos conociendo la calle y el trabajo en negro desde temprana edad.
Alguna vez se pensó que esta forma de nueva secundaria brindaría una formación laboral
acorde a las necesidades del mercado, facilitando así la articulación entre medianas y
grandes empresas con las instituciones educativas de nivel medio. Algo en el medio quedó
inconcluso, la fundamentación del accionar, tal vez. Quedaría como supuesto que la
mencionada articulación ampliaría la pronta salida laboral de los egresados. Los
llamados TTP (Trayectos Técnicos Profesionales) son los trayectos o espacios curriculares
que permiten estas denominadas "pasantías". Las mismas, hoy por hoy, son
sinónimos de tiempo fuera de la escuela, arreglos institucionales que nunca se reconocen,
o peor aún, nunca se concretan.
La consecuencia de toma de
decisiones sin análisis alguno, trae como características dificultades en la
implementación y evaluación de las gestiones. Los análisis actuales demuestran los
resultados de esas obras. Alumnos que dejan la escuela media apenas comenzada la misma,
quienes no son atrapados en la red del sistema, o por la ausencia del
"enamoramiento" alguno con los contenidos, en la búsqueda de respuesta a sus
necesidades. A su vez hay otras personas que sufren también esta consecuencia, miembros
de la comunidad educativa, padres y docentes. Los padres, porque no tienen las
herramientas necesarias para la contención de estos adolescentes que viven contra el
reloj, en una sociedad desprovista de valores. Son padres que adolecen junto a sus hijos o
que quedaron atrapados en los años 60 viviendo su adolescencia continua. Padres de hijos
que cumplen el rol del primero, marcando tiempos, reglas, límites, etc. Por otra parte,
tenemos a los docentes, personal que fue poco preparado ante la nueva psicología de estos
sujetos. Docentes a quienes le caducaron las herramientas didácticas o a quienes, mejor
dicho nunca abastecieron en el mercado de la educación. Y digo mercado ya que la
posibilidad de pensar en un cambio a futuro solo se basa en la cantidad y no en la calidad
de lo brindado por el sistema.
¿Quién tiene la culpa de la mala
implementación, el sistema o quienes dejamos que las cosas sucedan y no accionamos
tomando posición? El futuro está en juego, y no sólo de esos adolescentes que se
enfrentan día a día a diferentes situaciones frívolas y vacías, sino todos quienes
habitamos en este país. Es por eso necesario que se tome una posición ante el tema; una
solución: Pensar que es lo que realmente tenemos, que es lo que queremos tener y de qué
modo acceder... pero sobre todo recordar que una vez pisado el poder no debemos olvidarnos
quienes fuimos y a qué contribuimos.
Nadia Calleri
Lic. Ciencias de la Educación
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redkalki@libreopinion.com
* Se autoriza la reproducción total o parcial de esta nota siempre que se cite la fuente
y el autor.
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