Palabra
de San Martín
Nada mejor que conocer a nuestros Héroes a
través de su pensamiento y los hechos protagonizados por ellos. Así nuestro máximo
prócer siempre aplicó sus máximas y consejos. Hombre de palabra y de palabras,
combatió por igual al enemigo realista como a la dura oposición interna, la cual buscaba
destruirlo sin rodeos. Brillante estratega, su cruce por la Cordillera ha sido comparada
por muchos con el cruce de los Alpes por Aníbal y es sin lugar a dudas, una de las
empresas más duras jamás emprendidas. Además del frío, la falta de oxígeno por la
altura, las escasas provisiones y las tercas mulas, luego de una veintena de días en
estas condiciones, debieron combatir al enemigo, el cual se batió en retirada. Libertador
de argentina, Chile y Perú, no aceptó títulos ni honores. He aquí una pequeña
selección de sus escritos.
Marcelo
Scanu
Secretario de Cultura UPCN-ANSES
Prometo a
nombre de la independencia de mi Patria, no admitir jamás mayor graduación que la que
tengo, ni obtener empleo público y, el militar que poseo, renunciarlo en el momento en
que los americanos no tengan enemigos. (San Martín, 1816)
Me
considero sobradamente recompensado con haber merecido la aprobación por el servicio que
he hecho: es el único premio capaz de satisfacer el corazón de un hombre que no aspira a
otra cosa. Antes de ahora tengo empeñada solemnemente mi palabra de no admitir grado ni
empleo militar ni político. (Renuncia al cargo de Brigadier, 1817)
Estoy viviendo de prestado
¡Ah, pícaros! ¡Si supieran nuestra
situación, algo más tendrían que admirarnos! (Carta a O´higgins, 1823)
Al ejército de los Andes queda la gloria de decir: En veinticuatro días hemos
hecho la campaña: pasamos la cordillera más elevada del globo, concluimos con los
tiranos y dimos la libertad a Chile. (Comunicación del triunfo de la Batalla
de Chacabuco, 1817)
Acabamos de ganar completamente la acción. Nuestra caballería los persigue
hasta concluirlos. La patria es libre. (Anuncio de la victoria de Maipú)
Al fin, con paciencia y movimientos, hemos reducido a los enemigos a que
abandonen la capital de los Pizarros. Nuestros desvelos han sido recompensados con los
santos fines de ser asegurada la independencia de la América del Sud. El Perú es
libre. (Tras la liberación de Lima)
Bolívar: Brindo, señores, por los dos hombres más grandes de la América del
Sur, el general San Martín y yo.
San Martín: Por la pronta terminación de la guerra, por la organización
de las nuevas Repúblicas del continente Americano y por la salud del Libertador.
(Brindis en Guayaquil)
Tercero: El sable que me ha acompañado en toda la Guerra de la Independencia de
la América del Sud, le será entregado al General de la República Argentina Don Juan
Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción, que como Argentino he tenido al ver
la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones
de los extranjeros que tratan de humillarla. (Del testamento del Libertador)
Otros
pensamientos de San Martín:
-No quiero
manchar mi espada con la sangre de mis hermanos.
-Más ruido hacen diez hombres que gritan que cien mil que están callados.
-Serás lo que debas ser, si no, eres nada.
-Dios conserve la armonía, que es el modo de que salvemos la nave.
-Cada gota de sangre americana que se vierte por nuestros disgustos me llega la corazón.
-En el último rincón de la tierra en que me halle estaré pronto a sacrificar mi
existencia por la libertad.
-Para defender la libertad se necesitan ciudadanos, no de café, sino de instrucción y
elevación moral.
-Los hombres no viven de ilusiones sino de hechos.
-Divididos seremos esclavos, unidos estoy seguro que los batiremos; hagamos un esfuerzo de
patriotismo, depongamos resentimientos particulares, y concluyamos nuestra obra con honor.
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