BUENOS AIRES (RK) - En un despliegue represivo digno de las peores dictaduras que
padeció nuestro país, el régimen de Cristina Fernández de Kirchner impidió el último
jueves 26 de junio que representantes de distintas entidades de Bien Público y ciudadanos
en general, se manifestaran ante el Ministerio de Justicia para protestar contra el
proyecto que impulsa el titular de dicha cartera, Aníbal Fernández, de despenalizar el
consumo de estupefacientes.
Nuestra agencia de
noticias Red Kalki ha querido documentar en forma gráfica semejante
atropello, a fin de que quede debidamente certificada la falta absoluta de
libertad que existe hoy en nuestro país, y cómo se vulneran los derechos
constitucionales de quienes denuncian o afectan determinados intereses que el sistema
de corrupción vigente protege.
Indigna y resulta
increíble que mientras las patotas pagas del oficialismo montan carpas
permanentes frente al Congreso de la Nación, invadiendo el espacio público e
interrumpiendo el tránsito normal de la Ciudad, el gobierno mande a la propia Guardia
de Infantería para cerrarle el paso a quienes no desean que el delito y el
narcotráfico se adueñe definitivamente de la vida de nuestra sociedad.
La
marcha, bajo la consigna "Hijos libres o droga libre", había
sido organizada y convocada por la Asociación Antidrogas de la República
Argentina, cuyo presidente, Claudio Izaguirre, viene manteniendo
desde hace meses un duro enfrentamiento con el ministro Aníbal Fernández, a quien llegó
a calificar de "narcoministro" y respecto del cual hizo gravísimas denuncias públicas que
hasta el momento ni el funcionario ni el Ejecutivo fueron capaces de responder.
Numeroso público
comenzó a concentrarse sobre las 18 horas frente al edificio del SEDRONAR (Secretaría de
Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha Contra el Narcotráfico),
sito en la calle Sarmiento 546, donde el Sr. Izaguirre pronunció un breve discurso
alertando sobre la gravedad de la iniciativa despenalizadora en curso, denunciando los
verdaderos objetivos que persigue el ministro Fernández, y llamando a la defensa
de la familia, de la salud, de la juventud, y de los valores fundacionales de nuestra
Patria. Ejemplificó con un féretro negro, la muerte que significa liberalizar el consumo
de drogas, alertando que con ello no se piensa ayudar a los adictos, sino liberar
el accionar de los distribuidores minoristas de estupefacientes, a fin de que
puedan actuar impunemente a la salida de los colegios, en las universidades, en los
clubes, o en cualquier lugar donde deseen hacer su inmundo negocio.
Se
leyeron las adhesiones de diversas entidades al acto, tales como Madres del Dolor
(Sra. Dolores Demonty), Madres en Lucha (Sra. Marta Gómez), Madres
contra el Paco (Sra. María Rosa), Hay Otra Esperanza (Sra.
Alejandra Rita Díaz), Fundación Axel Blumberg, Parlamento
Argentino de Religiones, Centro de Difusión Casa Patria (CEDICAP),
Ministerio Cristiano Apostólico, Centro de Rehabilitación
"Valorarte", Padres Preventores de Mendoza, Grupo
de Autoayuda para portadores de Hepatitis C, Drug Watch
International, Eurad (Europa contra las drogas), Alerta
Vida ONG, entre otras.
A estos apoyos
activos de organizaciones de Bien Público, se sumaron respaldos de varios
religiosos, y de un contado grupo de políticos. Esto último
merece destacarse, porque pareciera que el poder del narcotráfico tiene
intimidada a la clase política argentina, que por acción u omisión se ha ido
transformando, en su mayoría, en cómplice de lo que está pasando en el país. Varios
dirigentes y movimientos, especialmente del interior, enviaron su adhesión escrita, tales
como el diputado justicialista Ricardo Sánchez, del Chaco; el diputado
Daniel Cassia, de Mendoza; el diputado Castor López, de
Santiago del Estero; el concejal Luis Parodi, de Vicente López; el Ateneo
Político "Juan Bautista Alberdi"; el partido Unir-Nacionalista
Constitucional de Santa Cruz; el Centro de Acción Popular del
Chaco. Pero únicamente el Presidente del Partido Nuevo Triunfo, Alejandro Carlos
Biondini, se animó a hacerse presente y dar la cara en esta manifestación de
lucha frontal de la ciudadanía contra el narcotráfico y sus protectores kirchneristas,
lo que fue especialmente reconocido y destacado ante los medios de prensa por el titular
de la Asociación Antidrogas de la República Argentina.
SOLO
PROHÍBEN LOS DÉBILES
Finalizada la
concentración inicial, la concurrencia comenzó a movilizarse por la calle Sarmiento con
rumbo al Ministerio de Justicia, ubicado cerca del lugar, con el objetivo de hacerle oir
al ministro Aníbal Fernández la protesta, el rechazo, el repudio de tantos padres y
madres a su absurda iniciativa. Pero para sorpresa de los asistentes y del propio
periodismo, un inusitado despliegue policial se generó media cuadra adelante,
apenas la gente inició su desplazamiento. Tal como grafican las fotos
publicadas en esta nota, varias filas de policías con chaquetas anaranjadas, más
escuadrones y carros de la Guardia de Infantería se ubicaron en actitud hostil a todo lo
largo de la calle para impedir el paso de la gente. Según informaron los
comisarios responsables del operativo, la orden habría partido del propio
ministro Aníbal Fernández, quien alienta y justifica cualquier tropelía
realizada por las bandas piqueteras del gobierno, pero parece que no tolera y se
acobarda ante la pacífica protesta ciudadana contra la despenalización de las drogas
y el repudio a su gestión tan favorable a la mafia del narcotráfico.
Toda una postal de lo que hoy se vive absurda y dramáticamente en la Argentina.
Luego de acolaradas
discusiones, se produjeron algunos forcejeos y momentos de tensión con
las fuerzas represivas del kirchnerismo. El estado nervioso, los gritos y la impotente
furia de muchos padres que no comprendían, como no lo comprendemos nosotros, semejante aparato
represivo ante una manifestación legítima, hizo en determinado momento prever
lo peor. Ante el cariz que tomaba la situación y a fin de preservar la integridad de
familias y de gente mayor presente, el Sr. Claudio Izaguirre, acompañado y
respaldado en todo momento por el dirigente patriota Biondini, decidió llamar a
un Escribano Público que se encontraba en el lugar, para dejar sentada en un acta el atropello
y la violación de los derechos constitucionales a los que se estaba asistiendo.
Tras una renovada y desafiante arenga en durísimos términos contra el
"narcoministro" y el régimen gobernante, mientras incluso muchos
jóvenes policías bajaban la cabeza de vergüenza por lo que estaban siendo obligados a
ejecutar, el Presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina
exhortó a la concurrencia a retirarse en paz y en orden, lo que finalmente se produjo.
Esta es la Argentina
de nuestros días, donde el delincuente, el asesino, el ladrón, el corrupto, el violador,
el narcotraficante y el degenerado, son amparados y resguardados. Una Argentina
sumida en el caos, la decadencia, la impunidad y el desgobierno. Una Argentina
que necesita que su pueblo, y en especial su juventud, Despierten definitivamente para
recuperar los valores fundacionales y salvar a la Patria.
La lucha
valiente y desigual que llevan a cabo la Asociación Antidrogas junto con otras de Bien
Público, merece nuestra plena admiración y apoyo. Esperemos que en la próxima marcha,
muchos políticos y personalidades dejen de hacerse los distraídos y demuestren que ellos
tienen lo que hay que tener, o más aún, que no son otro ítem más en las cuentas
rentadas del narcotráfico.
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