BUENOS AIRES (RK) - El
Centro de Difusión Casa Patria (CEDICAP) celebró el viernes 25 de septiembre un nuevo
encuentro de interés patriótico, contando esta vez con la presencia del ex Subsecretario
de Ambiente de la Nación y Diputado Nacional (MC) Héctor Dalmau, uno de los máximos
referentes en materia de política ambiental de nuestro país.
El tema de la
disertación llevaba por título "Alerta Roja: se están muriendo nuestros
puertos fluviales". En una hora y media, Dalmau detalló los orígenes del
conflicto entre Argentina y Brasil, su proyección a lo largo de la historia, y sus
consecuencias en el presente, para pasar a revelar cómo el vecino país ha montado una
gigantesca red de represas a lo largo de los ríos que podría provocar la
desertificación del suelo argentino, o que en caso de un hipotético conflicto, podría
en pocas horas arrasar a las provincias de Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Buenos Aires
y Santa Fe, y sumir a la Ciudad de Buenos Aires bajo cuatro metros de agua y lodo.
En el salón
"René Tulián" la concurrencia pudo ver primero, mientras esperaba el inicio de
la charla, un video preparado especialmente por Dalmau, en el que se mostraban imágenes
de nuestras Cataratas del Iguazú y de muchos de nuestros ríos en su real magnitud, con
mensajes sobreimpresos convocando a los argentinos a tomar conciencia de las riquezas
hídricas que poseemos, y al mismo tiempo advirtiendo sobre la amenaza que implica el
accionar de Brasil.
El Diputado Dalmau
ingresó al salón acompañado por la Directora del CEDICAP, Prof. Alicia María Quinodoz,
y autoridades del Consejo Honorario del instituto, siendo recibido con cálidos aplausos
por parte del público. Seguidamente, el Dr. Claudio Fernández, Secretario de Casa
Patria, dio inicio formal al encuentro invitando a los presentes a entonar el Himno
Nacional. Seguidamente, y luego de señalar la modalidad audiovisual con que se
desarrollaría la conferencia, pasó a repasar la importante trayectoria del disertante de
la jornada, cuyos párrafos principales extractamos:
"El Diputado
(MC) Héctor DALMAU fue Subsecretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación,
Diputado Nacional y Diputado por la Provincia de Misiones. También fue Representante
Oficial del gobierno de dicha provincia, y accedió a diversas funciones en organismos
internacionales como la ONU, UNESCO y CEPAL, siempre con relación a su especialidad, el
tema ambiental.
"Dalmau es
asimismo un reconocido dirigente peronista y referente patriótico. Inició su lucha como
maestro rural, en medio de la selva misionera, en una pequeña escuela en Campo Ramón, y
ha mantenido una inquebrantable fidelidad a sus principios y línea de conducta. Como
funcionario público fue quien denunció a María Julia Alsogaray por el negociado que
escondía la denominada "limpieza del Riachuelo", y los préstamos que a tal
efecto se habían solicitado al Banco Mundial.
"Es autor de
obras de significativa trascendencia tales como "Represas sin pérdida de
soberanía" y "Crónicas del país de los ríos muertos". En este último
libro, desarrolla la historia de la Cuenca del Plata, y denuncia en forma documentada
cómo la política de Brasil está afectando la soberanía e integridad hídricas de
nuestro país, así como la desidia de la actual clase dirigente para defender los
intereses nacionales."
Acto seguido, el Diputado Dalmau pasó al
estrado, y sus primeras palabras fueron para expresar, con sincera emoción, el impacto y
los recuerdos que vinieron a su memoria al cantar con tanto fervor el Himno Nacional.
Explicó entonces que ese momento le hizo recordar los tiempos en los que él junto a su
primera y hoy fallecida esposa, daba clases como maestro rural en la pequeña localidad
fronteriza de Campo Ramón, en la provincia de Misiones. Allí, rememoró Dalmau, todas
las mañanas hacía formar a los alumnos ante el improvisado mástil y mientras se izaba
la bandera, se entonaba el Himno y la canción "Aurora" a capella.
Muchos de los niños eran hijos de aborígenes argentinos, paraguayos y brasileños, y
entonces se conjugaban en ese canto voces en "portuñol" y en un guaraní
castellanizado, pero todos contemplaban con veneración y respeto a ese pabellón azul y
blanco que se elevaba por sobre la frondosa vegetación selvática y flameaba orgulloso
como símbolo de la soberanía patria.
Luego de la emotiva introducción,
el orador empezó su exposición formal, para lo cual se comenzaron a proyectar las
diapositivas en formato PowerPoint que había traído para el evento. Así, en forma
didáctica y amena, Dalmau remarcó que los conflictos entre Argentina y Brasil son
herencia de las antiguas disputas que el Imperio Español mantuvo en América del Sur con
Portugal, y que tales choques de intereses empezaron a pocos meses del mismo
descubrimiento de América, en 1492, por parte de Cristóbal Colón. Dalmau detalló cómo
Portugal, al saber del éxito de la expedición del navegante genovés, inmediatamente
quiso obtener una parte del Nuevo Mundo, y para ello desató un enfrentamiento en el que
tuvo que interceder el propio Papa. De esa intermediación surgieron dos acuerdos, uno
firmado en 1493, que en los hechos no le era útil a Portugal pues no le concedía tierras
americanas, y un segundo tratado, celebrado en 1494 y conocido como "Tratado de
Tordesillas", en el cual los lusitanos sí obtuvieron parte del territorio americano
que hoy ocupa Brasil.
Pese a que Tordesillas representó
un éxito diplomático y geopolítico para Portugal, los conflictos continuaron en las
décadas siguientes, pues los lusitanos no sólo colonizaban el territorio que les
correspondía, sino que cada vez intentaban avanzar más sobre el sector que era dominio
de España. Para el año 1508, fueron los portugueses los primeros en traer esclavos de
Africa para trabajar en los campos americanos, muchos de los cuales son los antepasados de
los actuales afroamericanos.
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Presentación del acto. En primera fila
(de izq a dcha):
Dr. Jorge Dominguez Pousada, Dip. Héctor Dalmau,
Prof. Alicia Quinodoz, Cda. Alejandro Biondini |
El ex Subsecretario de Ambiente de la
Nación,
Héctor Dalmau, durante su disertación en el CEDICAP sobre:
"Alerta Roja, se están muriendo nuestros puertos fluviales" |
Continuando con el
relato historiográfico, el Diputado Dalmau indicó que en cierto momento el seguir
trayendo esclavos negros del Africa le comenzó a resultar difícil y anti-económico a
Portugal, y que entonces decidió esclavizar a los aborígenes americanos, los cuales eran
una población numéricamente importante, sobre todo en el sector español. Es en esa
instancia que desde Lisboa se dispone la conformación de los llamados
"Bandeirantes", hombres encargados de capturar y reducir a los indígenas para
llevarlos a territorio luso y destinarlos a la servidumbre. Paralelamente, los
bandeirantes cumplían otra función, y era la de expandir los dominios portugueses. Con
sus incursiones, generalmente muy violentas y hechas con un salvajismo inhumano, estos
sujetos actuaban como la punta de lanza del avance portugués. Comprendiendo el grave
peligro que estas acciones implicaban, desde España se ordenó que se instalara en
América la Orden de los Jesuitas. Tal como observó Dalmau, los jesuitas no eran ni son
una Orden religiosa más, sino que tienen una organización militar que la distingue del
resto. El arribo de los instruídos sacerdotes fue entonces una respuesta contundente a la
aparición de las tropas mercenarias bandeirantes.
Los jesuitas se desplegaron especialmente
en el actual territorio de Misiones, frontera en aquellos tiempos entre los dominios
españoles y portugueses, y lugar habitual de las incursiones bandeirantes. Con el correr
del tiempo, los jesuitas formaron a los aborígenes y no sólo los evangelizaron sino que
los educaron y los instruyeron para el combate. En el año 1641 Portugal ordenó a sus
bandeirantes incursionar por el Río Uruguay hacía el sector español para intentar
afirmarse allí y obtener un acceso directo a la mesopotamia. En lo que representaba la
invasión más grande ejecutada hasta ese momento, más de 300 bandeirantes acompañados
por ayudantes y aborígenes pro-lusitanos, se internaron por el río, suponiendo que
vencerían fácilmente a los jesuitas. Sin embargo, los sacerdotes ya se encontraban
prevenidos y luego de una cantidad de maniobras de distracción, trabaron una feroz lucha
que se conoce como "La Batalla de Embororé", el primer combate naval registrado
en Sudamérica, en el que las fuerzas lusas fueron diezmadas.
Avanzando en el tiempo, Dalmau
subrayó que los portugueses mantuvieron siempre su interés de apoderarse del territorio
rioplatense, y que incluso intentaron consolidar una colonia sobre la Banda Oriental,
llamada "Colonia Sacramento", la cual fue rápidamente destruída por los
españoles. Posteriormente, y ya situados en 1810, destacó las acciones militares que en
el Norte emprendió el General Manuel Belgrano, quien no sólo debió preocuparse por los
portugueses sino también por los rebeldes paraguayos liderados por el Dr. Francia,
quienes quisieron ocupar todo el territorio que actualmente compone la provincia de
Misiones. Frente a esto, el General Belgrano encargó la difícil misión de liberar ese
suelo argentino a un héroe patriota casi desconocido, el llamado "Comandante
Andresito", un hijo natural del General José Gervasio Artigas, el cual se puso al
frente de una tropa integrada casi en su totalidad por aborígenes y que llevó adelante
con éxito las batallas contra los ocupantes paraguayos y puso a raya a los portugueses
mientras pudo.
Y entonces, ya en la década del
'20 del siglo XIX, cuando los dominios de Portugal en América se independizan y con la
conducción de Pedro I pasan a convertirse en el Imperio de Brasil, Dalmau explicó con
abundantes detalles y documentación cómo transcurren los conflictos y guerras entre la
Argentina y Brasil, como sucesión natural y directa de las antiguas disputas entre
España y Portugal. El orador habló sobre las hazañas del Almirante Guillermo Brown
contra la flota brasileña, se explayó sobre cómo el Brigadier Juan Manuel de Rosas
estuvo cerca de fracturar al vecino imperio, y también cómo las tropas brasileñas
pelearon contra los patriotas argentinos en la Batalla de Caseros en 1852. Asimismo,
explicó que mientras Argentina vivía en constante guerra civil, conociendo sólo un
verdadero liderazgo en los tiempos del Restaurador, el Brasil fue conducido a lo largo de
68 años por sólo dos personas, Pedro I y Pedro II, padre e hijo, quienes moldearon una
nación mucho más sólida en cuanto a política exterior y economía.
Entrados en el siglo XX, Dalmau indicó que
desde joven siempre se interesó en el peligro que Brasil representaba para la Argentina,
y que siendo aún un pionero maestro rural, y mucho tiempo antes de entrar en la política
y convertirse primero en intendente de Campo Ramón, y luego diputado provincial y
nacional, comenzó a viajar en las vacaciones con su familia a Brasil para conocer de
cerca esa otra realidad. Y en su primer viaje descubrió entonces las enormes represas que
se construían sobre los ríos, comprendiendo, a inicios de la década del '60, que con el
correr del tiempo la Argentina afrontaría muchísimos problemas si continuaba permitiendo
que los brasileños controlasen el curso de las aguas.
Del siglo que pasó, el Diputado
rescató exclusivamente al gobierno del General Juan Domingo Perón, que fue el único
presidente argentino que intentó contener a Brasil y que incluso diseñó el famoso
proyecto continental "A.B.C." (Argentina-Brasil-Chile) con el que buscaba crear
en Sudamérica un polo de poder y terminar con viejas rencillas. Dalmau contó cómo
Perón llevó al poder a Getulio Vargas, con anecdótas y datos inéditos, y finalmente
cómo el brasileño no cumplió con lo prometido al líder justicialista.
Al referirse luego al geopolítico
y pensador brasileño Golvery Do Couto e Silva, el disertante abordó entonces el punto
central de la conferencia, que es cómo Brasil desde hace 50 años viene desplegando una
enorme trama de represas a lo largo de todos los ríos para obtener el control y dominio
de las aguas de Sudamérica, y el proyecto diseñado por el mencionado Couto e Silva para
lograr que la Argentina quede literalmente aislada del resto de la región. Observó que
la ubicación geográfica de Brasilia no fue antojadiza ni mucho menos, sino que los
brasileños construyeron su nueva ciudad capital en el punto exacto donde nacen ríos de
tres cuencas.
Para la actualidad, Dalmau apuntó
que Brasil mantiene funcionando 50 enormes represas, con las cuales regula las aguas, las
potabiliza para sus redes domiciliarias, sostiene sus riegos, mueves sus industrias y
facilita la navegación de sus naves comerciales y de guerra. Con la existencia de esta
red, Argentina ha quedado hídricamente dependiente de Brasil.
Así, los tres grandes ríos argentinos, el
Paraná, el Uruguay y el Paraguay están totalmente dominados de la siguiente forma:
- En el Paraná, Brasil construyó
la megarepresa Itaipú, utilizando una cantidad de cemento equivalente a la que se
necesitaría para construir una autopista que conectase Brasilia con la ciudad de
Washington, Estados Unidos. Si Brasil abriese esa represa, podría inundar toda la
mesopotamia argentina en pocas horas y la Ciudad de Buenos Aires quedaría anegada bajo 4
metros de agua y lodo.
- Sobre el Uruguay Brasil tiene 4 represas, una que está temporalmente fuera de
funcionamiento (Campos Novos), otra que ya está operando (Machadinho) y otras dos en
construcción (Itá e Itapiranga).
- Sobre el río Paraguay, Brasil ha construído un astillero militar, donde mantiene
permanentemente buques misilísticos que pueden navegar en ríos con aguas de sólo dos
metros de profundidad, algo que la Argentina no podría contrarrestar con ninguna de sus
naves actuales.
Según las proyecciones hechas por
el Diputado Dalmau, que desde hace casi 50 años viene denunciando esta grave situación,
y que pese a haber sido Diputado Nacional y Subsecretario de Ambiente jamás fue
escuchado, el Río de la Plata podría desaparecer en algunas décadas, literalmente
secado por las represas brasileñas. De acuerdo a los planes geopolíticos brasileños, la
idea final es que el puerto de Buenos Aires quede totalmente inutilizable, y que el Puerto
de Río Grande logre absorber todo el comercio del Atlántico Sur y del Pacífico Sur
definitivamente. De hecho, el orador explicó que en la actualidad los barcos están
comenzando a encallar en la entrada del Río de la Plata, y que el Puerto de Rosario tiene
problemas crónicos con las súbitas bajantes de agua. Tal como dijo Dalmau, los
funcionarios intentan alegar que esos fenómenos son producto del "cambio
climático", pero la realidad es que se están produciendo por el accionar de la red
de represas mencionada.
A lo largo de la exposición,
Dalmau fue mostrando fotos, imágenes satelitales y profusa documentación acerca de cómo
Brasil está desarrollando este proyecto, mientras las autoridades argentinas permanecen
paralizadas y siguen absorbidas por conflictos políticos domésticos.
El orador también hizo un comentario al
margen que sorprendió e indignó a la concurrencia, y que también grafica la verdadera
política exterior de Brasil hacia la Argentina. Dalmau contó que durante la Guerra de
Malvinas, mientras la mayoría de los militares y políticos miraban hacia el Sur, él
optó por viajar al Norte para conocer de cerca qué se decía en Paraguay y en Brasil.
Allí descubrió que las radios y diarios estaban convencidos de que Argentina sería
fácilmente derrotada por la flota inglesa, y algunos analistas sostenían que el país
sería incluso ocupado y despedazado en diferentes regiones, algunas de las cuales Brasil
aspiraba a obtener. Y no sólo dijo eso, sino también que él mismo pudo ver en
territorio brasileño, a 80 kilómetros de la frontera argentina, el despliegue de 200
tanques de guerra, los cuales, de recibir una orden de los mandos superiores, tenían por
misión avanzar hostilmente sobre las ciudades correntinas de Santo Tomé y Paso de los
Libres.
En la última parte de su
disertación, el Diputado expuso un revolucionario plan de represas para la Argentina, con
el cual el país podría no sólo contrarrestar el dominio brasileño, sino también
revitalizar rápidamente todos sus ríos interiores y generar posibilidades de navegación
insospechadas. Este proyecto también implicaría inmediatamente la apertura de decenas de
miles de nuevos puestos de trabajo, y podría convertirse en una obra que beneficie a
varias generaciones de argentinos.
Concluída su brillante
exposición, el orador recibió numerosas preguntas del público, a través de las cuales
siguió profundizando distintos pasajes de su conferencia, para ser finalmente aplaudido
de pie por todos los presentes.
De esta forma, Casa Patria
convocó a otro evento de enorme significación para el patriotismo argentino,
contribuyendo al necesario y urgente despertar de las conciencias nacionales para
enfrentar los graves peligros que acechan la integridad y soberanía de nuestra Nación.
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