La democracia no es una mentira, es una de las
doctrinas que el hombre ha creado en beneficio de los hombres o por lo menos, de algunos
hombres...Lo que ocurre, es que los políticos que se embanderan con ella, no nos
engañaban, no nos mienten con la palabra democracia; si no, que nos dan a creer que la
palabra democracia es la gran panacea, que tras ella viene la libertad, el progreso
económico personal, la salud o el auge de la salud... la justicia social conculcada por
los gobiernos dictatoriales, el beneficio de la juventud, el matriarcado -la sonrisa de
mujer... aunque los hombres mastiquen con las encías-, el respeto al homosexualismo como
un aspecto de progreso cultural, el desarrollo de las artes en servicio del estado -pero
como una penetración indolora- sin decir que la consecución masiva de votos se da por
esos medios (radio, telenovelas, cantantes, pintores, artistas en general) y el que no las
acepta, bueno ese no podrá progresar en sus inquietudes artísticas.
Pero cuando los ciudadanos comunes reclaman por no ver satisfechas sus expectativas una
vez que la democracia se instala en el país, los líderes de la democracia,
nos hacen comprender lo que la mayoría ignoraba: no existe una sola democracia, hay
varias. Democracia Representativa. Democracia Orgánica. Democracia Popular. Democracia
Liberal. Democracia Social... y de allí nuestros hombres, el trabajador, el campesino, el
joven miran la imaginaria línea del horizonte, mueven sus labios sin sonido de palabras y
regresan a su hogar en silencio y si algún familiar pregunta por su estado, revienta y le
llaman violencia intrafamiliar... o sale a las calles y le llaman violento,
conflictivo y se va preso... o le dejan sin trabajo. y si se pone a llorar es un caso de
hospital psiquiátrico. Y cuando lo echan de su casa, lo meten preso, le quitan su trabajo
o lo internan en un psiquiátrico recién comprende que para él, para lo único que sirve
la palabreja democracia, es para llevar al poder a aquellos que mal
gobernaran.
Ricardo de la Castilleja
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