ASOCIACIÓN PROFESIONAL DE POLICIAS de
la PROVINCIA DE BUENOS AIRES
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Trámite de Inscripción Ministerio de Trabajo de la Nación Expte. Nº 115.860/01
Los argentinos estamos más o menos
acostumbrados a que nuestros políticos que en época de elecciones se candidatean a los
distintos cargos, a medida que la fecha fatal se avecina vayan perdiendo gran parte de su
capacidad de raciocinio, tratando de llevar al ciudadano discursos convincentes de las
bondades de sus propuestas o ante la carencia de éstas de su capacidad para denigrar,
insultar, acusar, responsabilizar o en definitiva echar el fardo de cuanto haya de malo en
las espaldas de otros, llámense adversarios políticos, instituciones, y demás en un
desesperado afán por sobresalir con la esperanza de lograr cualquier tipo de apoyo, venga
de donde viniere.
Por lógica esta barahúnda de declamaciones que no responden de ninguna forma a una
idea central e inteligente, capacidad de la cual parecen alejarse cada vez mas, se
acentúa a medida que el plazo de discursear se acorta, de lo que tenemos un buen ejemplo
de las recientes declaraciones del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Ingeniero
Felipe Solá, en oportunidades de hacer entrega de algunos patrulleros a la fuerza
policial, en un acto que consideró propicio para ejercitar una vez mas sus escasos dotes
de líder político movilizador de masas.
Además de otros disparates en una alocución donde se mezclaron frases sueltas de
verdadero contenido, pero ya históricas, anunciadas como propios descubrimientos, sin
razonar sobre las medidas de fondo que se necesitan para lograr ese paraíso soñado en
estos pagos bonaerenses en materia de seguridad pública, por supuesto cabría para el
mérito político realizar algunas acusaciones, tocándole en suerte a la institución
policial provincial o mejor dichos a sus integrantes, ser el blanco de un ataque por parte
de quien en definitiva es el responsable directo de su conducción.
Así fue como el hombre de la mirada esquiva, quizás por miedo a que se le reproche su
actuación como Ministro de Agricultura Ganadería y Pesca no hace mucho tiempo atrás y
de las consecuencias que en estos sectores, especialmente en el último ocasionaran sus
decisiones, arremetió contra los funcionarios policiales, específicamente comisarios, al
decir que le "faltan las cositas que hay que tener abajo" y que cuando
no tienen medios "deben pedir nafta al vecino, expropiar un auto o pedir a
alguien que los ayude para trasladarse".
Cierto es que diariamente se toma conocimiento por distintos medios al tiempo que se
evidencia por distintos síntomas la falta de entusiasmo con que los funcionarios
policiales en las jerarquías de mando asumen sus altas responsabilidades, limitando su
actuación al mero cumplimiento de la función sin que se visualice el verdadero esfuerzo
personal que siempre caracterizó al policía de vocación, pero:
¿Quién o quienes resultan responsables del cubrimiento de cargos de responsabilidad
ascendiendo a funcionarios carentes no sólo de la experiencia que dan los años, sino sin
tener en cuenta las reales capacidades para el correcto desempeño, todo de urgente
necesidad ante el descabezamiento que dejó a toda la institución sin conducción?,
¿Quién resulta responsable actualmente de que la anarquía que se enseñorea en los
escalafones continúe su afán destructivo cuando los cargos y ascensos mas parecen
depender de los amiguismos o amparos políticos?,
¿No podría contribuir a la apatía la falta de alicientes en una carrera donde los
cargos y ascensos se deben más a las conexiones, favores, o amparos que a la real
capacidad y capacitación personal?,
¿No es acaso responsabilidad de la conducción política sentar las bases de orden que
encaminen a la institución con verdaderos conductores y no meros corderos genuflexos que
ni siquiera se conmueven ante los públicos insultos, otorgando con su silencio, solo en
algunos casos rotos desde el siempre cobarde anonimato?
O es que el Gobernador ha optado por reconocer su "mea culpa" públicamente y
su incapacidad y la de sus elegidos para adoptar las medidas de control necesarias.
También estas declaraciones demuestran la total ignorancia de la realidad en que vive
sumergido el funcionario-candidato; lo de expropiar autos suena fantástico y de
película, pero no quisiera estar en el lugar de un funcionario policial que hiciera tal
cosa, además habría que "expropiar" permanentemente autos, combustible,
cubiertas, repuestos, chalecos, etc. y en lo que respecta a pedirle a algún vecino,
quizás también ignora el funcionario-candidato, que esta es una práctica común desde
hace bastante tiempo, y que no desconocen los vecinos de dependencias policiales o amigos
y conocidos, o el propio personal cuando utilizas sus vehículos particulares y su
combustible, así que aquí tampoco se ha descubierto nada.
No queremos que nuestra Policía continúe siendo una institución pordiosera que se
sostenga de lo prestado o donado por la caridad pública, todo ello no puede llevar sino a
la confusión en el límite de lo que estaría bien pedir y lo que constituye una dádiva,
propina, o simplemente coima, con los malos entendidos, abusos, deudas de favores, etc.
El Estado provincial debe proveer a sus instituciones con el producido de sus ingresos
tributarios, y más especialmente a la fuerza policial con el fin de evitar suspicacias,
de los elementos necesarios para su lucha contra el delito, lo que a su vez dignificará
la labor de sus integrantes tantas veces criticados. Esta obligación resulta inexcusable
para el Estado, resultando incomprensible la carencia de recursos de existir un correcto
manejo de las finanzas públicas y un equilibrado y sensato reparto hacia los sectores de
la administración que resguardan los pilares fundamentales de una sociedad.
No queremos que se generalice el insulto público al funcionario policial por parte de
quién precisamente tiene en sus manos el buscar las soluciones del caso apartando bajo el
régimen legal que tiene en sus manos a quién no cumple a satisfacción.
Pero en aras de sincerarse también resultaría oportuno recordar que quizás la falta
de medios que hoy sufre la fuerza policial podrían superarse si el gobierno del cual
formó parte y heredó este territorio el Ingeniero Solá no hubiera dilapidado grandes
sumas en pos de una dudosa publicidad, fastuosos espectáculos públicos, zapatillas
firmadas, etc. o con más anterioridad todavía, si quien hoy lo sostiene en su
candidatura, ahora presidente y anteriormente gobernador de triste recuerdo, se hubiera
abstenido de los grandes negociados entre los que muy bien recordamos los policías, y a
modo de referencia, como lo fue la compra de cantidad de helicópteros que se caían,
matando a nuestros oficiales pilotos y que ahora se amontonan en algún hangar acumulando
polvo y telaraña en lo que van convirtiendo poco a poco los recursos públicos de la
provincia tan mal (o bien) invertidos y que hoy tanto se necesitan, o hubiere realizado la
reforma policial tan comentada, de una manera sensata y procurando excluir a los malos
mediante la acción de la justicia y no destruyendo los mandos en forma general en un
daño que luego de mas de cuatro años la institución no ha podido reponerse.
Sinceramente entristece escuchar a este gobernador generalizar que no existe
convicción policial cuando se aduce que faltan medios, la ya casi veintena de policías
de nuestra institución, de todas las jerarquías, caídos en cumplimiento del deber en lo
poco mas de cuatro meses que va del año por sí solo desmienten semejante calumnia, de
ellos nadie ha osado decir que "arrugaron" en el momento supremo en que está en
juego la vida propia, y en muchos casos la resistencia aún sin posibilidades los llevó a
perder la vida, sin contar la cantidad de heridos que día a día se suman a las víctimas
policiales.
Debería avergonzarse el gobernador Solá, al pregonar estas falacias, en el sólo
ánimo del rédito político personal; de hombre de bien sería disculparse por su
generalización en estos arrebatos enajenados, ante los familiares de nuestros mártires a
los que nunca "les faltó lo que hay que tener abajo", a los policías de la
provincia de Buenos Aires les pueden faltar muchas cosas, menos eso y lo demuestran todos
los días
Las "cositas que hay que tener abajo", no serán las que le faltan al
Ingeniero Solá para plantarse ante la legislatura provincial (inexistente en temas de
seguridad), y solicitar la aprobación de normas legales convenientes con que dotar a la
Institución Policial de las armas necesarias en su lucha contra el delito y no dejarla
inerme ante la violencia delictiva y el constante reclamo social, y así dar una respuesta
sensata o coherente a los reclamos de la sociedad hastiada hasta lo indecible de tan
fútiles y rimbombantes como inútiles retóricas discursivas.
Esas mismas "cositas", no le faltarán para, de una vez por todas,
reorganizar a la institución policial despolitizándola, a semejanza de las grandes
policías del mundo, pero sin imitaciones huecas y desubicadas, aportando capacitación y
profesionalismo y sobre todo respetando a sus componentes mediante el sencillo artilugio
primordial de diferenciar entre buenos y malos, capaces e incapaces, dando a cada cual lo
que le corresponde a simple semejanza de las enseñanzas cristianas.
JUAN DE DIOS GONZALEZ
Secretario de Organización |
MIGUEL ANGEL REYNOSO
Secretario General |
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