Ciudad Libre Opinión


COMUNICADO DE PRENSA DE LA ASOCIACIÓN PROFESIONAL
DE POLICÍAS DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

"¿Qué es lo que tienen
que tener los policías,
Sr. Sola?"

>  Viernes 9 de mayo de 2003



ASOCIACIÓN PROFESIONAL DE POLICIAS de la PROVINCIA DE BUENOS AIRES
E-Mail: apropoba@fibertel.com.ar Web: www.geocities.com/apropoba/apropoba1.htm
Trámite de Inscripción Ministerio de Trabajo de la Nación Expte. Nº 115.860/01


Los argentinos estamos más o menos acostumbrados a que nuestros políticos que en época de elecciones se candidatean a los distintos cargos, a medida que la fecha fatal se avecina vayan perdiendo gran parte de su capacidad de raciocinio, tratando de llevar al ciudadano discursos convincentes de las bondades de sus propuestas o ante la carencia de éstas de su capacidad para denigrar, insultar, acusar, responsabilizar o en definitiva echar el fardo de cuanto haya de malo en las espaldas de otros, llámense adversarios políticos, instituciones, y demás en un desesperado afán por sobresalir con la esperanza de lograr cualquier tipo de apoyo, venga de donde viniere.

Por lógica esta barahúnda de declamaciones que no responden de ninguna forma a una idea central e inteligente, capacidad de la cual parecen alejarse cada vez mas, se acentúa a medida que el plazo de discursear se acorta, de lo que tenemos un buen ejemplo de las recientes declaraciones del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Ingeniero Felipe Solá, en oportunidades de hacer entrega de algunos patrulleros a la fuerza policial, en un acto que consideró propicio para ejercitar una vez mas sus escasos dotes de líder político movilizador de masas.

Además de otros disparates en una alocución donde se mezclaron frases sueltas de verdadero contenido, pero ya históricas, anunciadas como propios descubrimientos, sin razonar sobre las medidas de fondo que se necesitan para lograr ese paraíso soñado en estos pagos bonaerenses en materia de seguridad pública, por supuesto cabría para el mérito político realizar algunas acusaciones, tocándole en suerte a la institución policial provincial o mejor dichos a sus integrantes, ser el blanco de un ataque por parte de quien en definitiva es el responsable directo de su conducción.

Así fue como el hombre de la mirada esquiva, quizás por miedo a que se le reproche su actuación como Ministro de Agricultura Ganadería y Pesca no hace mucho tiempo atrás y de las consecuencias que en estos sectores, especialmente en el último ocasionaran sus decisiones, arremetió contra los funcionarios policiales, específicamente comisarios, al decir que le "faltan las cositas que hay que tener abajo" y que cuando no tienen medios "deben pedir nafta al vecino, expropiar un auto o pedir a alguien que los ayude para trasladarse".

Cierto es que diariamente se toma conocimiento por distintos medios al tiempo que se evidencia por distintos síntomas la falta de entusiasmo con que los funcionarios policiales en las jerarquías de mando asumen sus altas responsabilidades, limitando su actuación al mero cumplimiento de la función sin que se visualice el verdadero esfuerzo personal que siempre caracterizó al policía de vocación, pero:

¿Quién o quienes resultan responsables del cubrimiento de cargos de responsabilidad ascendiendo a funcionarios carentes no sólo de la experiencia que dan los años, sino sin tener en cuenta las reales capacidades para el correcto desempeño, todo de urgente necesidad ante el descabezamiento que dejó a toda la institución sin conducción?,

¿Quién resulta responsable actualmente de que la anarquía que se enseñorea en los escalafones continúe su afán destructivo cuando los cargos y ascensos mas parecen depender de los amiguismos o amparos políticos?,

¿No podría contribuir a la apatía la falta de alicientes en una carrera donde los cargos y ascensos se deben más a las conexiones, favores, o amparos que a la real capacidad y capacitación personal?,

¿No es acaso responsabilidad de la conducción política sentar las bases de orden que encaminen a la institución con verdaderos conductores y no meros corderos genuflexos que ni siquiera se conmueven ante los públicos insultos, otorgando con su silencio, solo en algunos casos rotos desde el siempre cobarde anonimato?

O es que el Gobernador ha optado por reconocer su "mea culpa" públicamente y su incapacidad y la de sus elegidos para adoptar las medidas de control necesarias.

También estas declaraciones demuestran la total ignorancia de la realidad en que vive sumergido el funcionario-candidato; lo de expropiar autos suena fantástico y de película, pero no quisiera estar en el lugar de un funcionario policial que hiciera tal cosa, además habría que "expropiar" permanentemente autos, combustible, cubiertas, repuestos, chalecos, etc. y en lo que respecta a pedirle a algún vecino, quizás también ignora el funcionario-candidato, que esta es una práctica común desde hace bastante tiempo, y que no desconocen los vecinos de dependencias policiales o amigos y conocidos, o el propio personal cuando utilizas sus vehículos particulares y su combustible, así que aquí tampoco se ha descubierto nada.

No queremos que nuestra Policía continúe siendo una institución pordiosera que se sostenga de lo prestado o donado por la caridad pública, todo ello no puede llevar sino a la confusión en el límite de lo que estaría bien pedir y lo que constituye una dádiva, propina, o simplemente coima, con los malos entendidos, abusos, deudas de favores, etc.

El Estado provincial debe proveer a sus instituciones con el producido de sus ingresos tributarios, y más especialmente a la fuerza policial con el fin de evitar suspicacias, de los elementos necesarios para su lucha contra el delito, lo que a su vez dignificará la labor de sus integrantes tantas veces criticados. Esta obligación resulta inexcusable para el Estado, resultando incomprensible la carencia de recursos de existir un correcto manejo de las finanzas públicas y un equilibrado y sensato reparto hacia los sectores de la administración que resguardan los pilares fundamentales de una sociedad.

No queremos que se generalice el insulto público al funcionario policial por parte de quién precisamente tiene en sus manos el buscar las soluciones del caso apartando bajo el régimen legal que tiene en sus manos a quién no cumple a satisfacción.

Pero en aras de sincerarse también resultaría oportuno recordar que quizás la falta de medios que hoy sufre la fuerza policial podrían superarse si el gobierno del cual formó parte y heredó este territorio el Ingeniero Solá no hubiera dilapidado grandes sumas en pos de una dudosa publicidad, fastuosos espectáculos públicos, zapatillas firmadas, etc. o con más anterioridad todavía, si quien hoy lo sostiene en su candidatura, ahora presidente y anteriormente gobernador de triste recuerdo, se hubiera abstenido de los grandes negociados entre los que muy bien recordamos los policías, y a modo de referencia, como lo fue la compra de cantidad de helicópteros que se caían, matando a nuestros oficiales pilotos y que ahora se amontonan en algún hangar acumulando polvo y telaraña en lo que van convirtiendo poco a poco los recursos públicos de la provincia tan mal (o bien) invertidos y que hoy tanto se necesitan, o hubiere realizado la reforma policial tan comentada, de una manera sensata y procurando excluir a los malos mediante la acción de la justicia y no destruyendo los mandos en forma general en un daño que luego de mas de cuatro años la institución no ha podido reponerse.

Sinceramente entristece escuchar a este gobernador generalizar que no existe convicción policial cuando se aduce que faltan medios, la ya casi veintena de policías de nuestra institución, de todas las jerarquías, caídos en cumplimiento del deber en lo poco mas de cuatro meses que va del año por sí solo desmienten semejante calumnia, de ellos nadie ha osado decir que "arrugaron" en el momento supremo en que está en juego la vida propia, y en muchos casos la resistencia aún sin posibilidades los llevó a perder la vida, sin contar la cantidad de heridos que día a día se suman a las víctimas policiales.

Debería avergonzarse el gobernador Solá, al pregonar estas falacias, en el sólo ánimo del rédito político personal; de hombre de bien sería disculparse por su generalización en estos arrebatos enajenados, ante los familiares de nuestros mártires a los que nunca "les faltó lo que hay que tener abajo", a los policías de la provincia de Buenos Aires les pueden faltar muchas cosas, menos eso y lo demuestran todos los días

Las "cositas que hay que tener abajo", no serán las que le faltan al Ingeniero Solá para plantarse ante la legislatura provincial (inexistente en temas de seguridad), y solicitar la aprobación de normas legales convenientes con que dotar a la Institución Policial de las armas necesarias en su lucha contra el delito y no dejarla inerme ante la violencia delictiva y el constante reclamo social, y así dar una respuesta sensata o coherente a los reclamos de la sociedad hastiada hasta lo indecible de tan fútiles y rimbombantes como inútiles retóricas discursivas.

Esas mismas "cositas", no le faltarán para, de una vez por todas, reorganizar a la institución policial despolitizándola, a semejanza de las grandes policías del mundo, pero sin imitaciones huecas y desubicadas, aportando capacitación y profesionalismo y sobre todo respetando a sus componentes mediante el sencillo artilugio primordial de diferenciar entre buenos y malos, capaces e incapaces, dando a cada cual lo que le corresponde a simple semejanza de las enseñanzas cristianas.

JUAN DE DIOS GONZALEZ
Secretario de Organización

MIGUEL ANGEL REYNOSO
Secretario General

 

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