 Sus filmes realizados
para el NSDAP en los años '30, realizados a solicitud de Adolf Hitler y Joseph Goebbels,
sentaron escuela por su belleza y fuerza, y merecieron el reconocimiento de directores
como Jean Cocteau y Rainer Werner Fassbinder.
Cuando se le preguntó sobre su relación con el Führer del Tercer Reich, explicó
"naturalmente, en esa época él era una persona muy importante para mí y yo estaba
muy orgullosa de que tuviera tanta confianza en mí".
Nacida en Berlín el 22 de agosto de 1902, Berta Helene Amalie Riefenstahl fue
bailarina del Deutsches Theater de Max Reinhard y luego se consagró como actriz,
bajo la dirección de Arnold Fanck.
En 1932 se estrenó su primera película, "La luz azul". Esa obra le
valió numerosos admiradores, entre ellos Hitler, entonces una estrella creciente de la
política alemana, quien le dijo "Cuando lleguemos al poder, Ud. tiene que hacer mis
películas".
De ahí surgió "El Triunfo de la Voluntad", una de las películas más
importantes en la historia del cine mundial, que reflejó el Congreso Partidario del NSDAP
realizado en Nüremberg en 1934. Por unanimidad, los críticos aseguran que esa ha sido la
obra de propaganda política más grandiosa del Siglo XX.
"Olympia"
 Riefenstahl también inmortalizó en su documental "Olympia"
las Olimpíadas de Berlín de 1936, en el que incluyó innovadoras técnicas de filmación
que le valieron el elogio de todos sus colegas, y el reconocimiento de los especialistas,
entre ellos la cámara lenta y numerosas variaciones de perspectiva.
Después de la guerra, los tribunales inquisidores de los Aliados la quisieron juzgar
por sus declaradas simpatías por el NacionalSocialismo y su líder, Adolf Hitler. Pero
los intentos fracasaron, y tuvo que ser liberada.
Riefenstahl trabajó hasta el final de su vida. Sin embargo, su carrera fílmica tuvo
un largo paréntesis, que sólo se cerró cuando ya tenía 100 años, con la aparición de
su película "Impresiones submarinas", filmada durante más de 200
inmersiones que realizó en las últimas décadas de su vida.
Reifenstahl también desarrolló una impresionante carrera fotográfica y su colección
sobre la tribu de los nubios de Sudán, a los que retrató durante varios años, le
mereció el aplauso de muchos críticos.
Cuando los medios de prensa intentaron doblegarla y lograr un
"arrepentimiento" por su invaluable obra artística del Tercer Reich, la
cineasta contestó sin dudar "No sé porqué debería pedir perdón. No puedo pedir
perdón, por ejemplo, por haber hecho la película 'El triunfo de la voluntad':
ganó el máximo premio. Todas mis películas ganaron premios".
Leni Riefenstahl pasó a la inmortalidad, pero ha dejado un legado histórico para la
posteridad.
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