BOLIVIA (De nuestro Corresponsal) -- Nuevamente Bolivia a ingresado a una escalada
social por las huelgas, paros, marchas, bloqueos, etc. En el curso de los últimos días
que dá la impresión que el gobierno de Carlos D. Mesa tiene los días contados como
presidente constitucional, que reemplazó en octubre a Sánchez de Lozada (Goni). Casi la
misma configuración del "Octubre Negro" se viene presentando en estas últimas
horas, especialmente en el oocidente boliviano.
El Movimiento Al Socialismo (MAS) que lidera Evo Morales, rompió el idílio con el
actual gobierno porque éste favoreció a EE.UU. con dos proyectos de ley muy polémicos,
aprobados por diputados y senadores en sesiones relámpago en el Congreso y sin la
presencia de muchos partidos políticos con representación parlamentaria, entre ellos el
mismo MAS. Se tiene la impresión de que se pretende cerrar el Parlamento nacional, con lo
que consumaría un "autogolpe".
Un diputado del MAS, Iván Moralesm reveló que el presidente del Congreso, Hormando
Vaca Diez, pretende acortar el mandato de Mesa para, a través de la sucesión
constitucional, asumir él el mandato de la Nación. Vaca Diez es actualmente presidente
de la Cámara de Senadores, y como no hay un vicepresidente, constitucionalmente Vaca Diez
puede asumir la alta magistratura boliviana.
Estas deducciones de tipo político tienen como raíz que el pueblo, la sociedad civil
boliviana en su conjunto, que no tiene el menor afecto por la administración Bush,
repudia el que los parlamentarios del MNR, MIR y NFR hayan aprobado un proyecto de ley en
beneficio de militares norteamericanos por el cual cualquier infracción leve o grave
cometida por ellos en territorio boliviano, no podrán ser juzgados por leyes bolivianas;
el otro proyecto de ley se refiere a no permitir la derogación de la Ley de
Hidrocarburos, que de cualquier modo favorece a las transnacionales nortamericanas. Esto
es dentro del campo político-parlamentario boliviano.
Dentro del campo social el panorama es más grave. Cientos de campesinos están a pocos
kilómetros de la sede del gobierno La Paz; el dirigente campesino Felipe Quispe
"Mallku" se ha plegado a dicha marcha, que se ha denominado por la
"Dignidad y la Recuperación de los Hidrocarburos". Esto significa un claro
rechazo a la aprobación del parlamento del proyecto en favor de las empresas petroleras.
Lo más grave se viene el lunes, ya que la poderosa Central Obrera Regional (COR), que
lideriza a todos los obreros en la ciudad de El Alto, se movilizará. Obreros, campesinos,
estudiantes, universitarios, amas de casa, etc., que en octubre en esta misma ciudad
decretaron la caída y huída de Sánchez de Lozada, realizarán un mitín por la
nacionalización de los hidrocarburos, y en estas reuniones populares nadie puede saber
que sucederá.
En otra región del altiplano andino, en la mina "Porco", propiedad de
Sánchez de Lozada y situada a 50 kms. de la ciudad de Potosí, cientos de mineros han
manifestado que defenderán sus fuentes de trabajo; otros mineros cooperativistas incluso
quieren tomar el control de trabajo y explotación de dicha mina. Esta intervención
minera no es única, ya que hace poco mineros tomaron otras minas de empresarios
pro-estadounidenses, como son los minas de Caracoles y otros yacimientos auríferos.
El camino principal que conduce a la ciudad de La Paz desde Oruro ya no es transitable,
por cuanto los marchistas bloquearon dicha ruta con grave perjuicio para los
transportistas. Y los maestros de educación urbana y trabajadores de la salud también
presentaron sus pliegos con petitorios al gobierno de Mesa, quien no atina a dar una
respuesta por lo menos a estas peticiones.
Tanto en el "Febrero Negro" como el "Octubre Negro", el entonces
presidente Sánchez de Lozada, ante cualquier disturbio, ordenaba la salida de las FF.AA.
a las calles para reprimir las justas demandas de los sectores bolivianos. Hoy Mesa no
puede dar ninguna orden, por cuanto también existe una ruptura entre el presidente Mesa y
las Fuerzas Armadas, ya que su alto mando militar no quiere que sus subordinados sean
juzgados por la justicia ordinaria por los supuestos actos de represión violenta que
hicieron contra el pueblo boliviano.
Finalmente, sectores productivos del oriente boliviano también están tomando
decisiones drásticas para que sus peticiones sean escuchadas por el gobierno.
Todo esto lleva necesariamente a un desconcierto de saber qué pasará en estos días
en Bolivia, y más concretamente con el presidente Mesa y su entorno, que según parece,
está manejado por la embajada americana.
(Guillermo Teddy Elizalde para la Red Kalki)
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