BUENOS AIRES (RK) -
Todos sabemos que el Estado Argentino está hoy organizado bajo la forma de una República
democrática, y tiene a la Constitución Nacional como Ley Suprema. Según indican los
libros de Educación Cívica y de acuerdo a lo que se enseña en las facultades de Derecho
del país, la primera constitución fue sancionada en 1853 y, amén de otras
modificaciones menores, la misma fue reformada en 1994 durante el régimen menemista. Sin
embargo, hoy muchos argentinos desconocen que entre una y otra Carta Magna hubo otra
Constitución, una que había cambiado la filosofía liberal y el basamento colonialista
que impregnan a las dos mencionadas, y que consagró por primera vez en América del Sur
en forma expresa los principios de la Independencia Económica, la Justicia Social y el
Nacionalismo Cultural, reforzando a su vez la protección de la Soberanía Política. Esta
Constitución fue la de 1949, sancionada por la Asamblea Constituyente elegida por el
pueblo y que se reunió en tiempos del gobierno del General Perón. ¿Qué decía ésta
Carta Magna? ¿Qué pasó con ella? ¿Sigue jurídicamente vigente? Éstas son algunas de
las preguntas que, naturalmente, surgen al conocer su existencia
La brillante
exposición del Dr. Guillermo Leserre Valsesia
El día viernes 30 de
octubre, en el Centro de Difusión Casa Patria, el reconocido jurista patriota Dr.
Guillermo Leserre Valsesia, dictó una interesantísima conferencia titulada "La
ilegitimidad institucional en la Argentina (Desde la abolición de facto de la
Constitución de 1949 hasta la fecha)", en la cual abordó de lleno el problema
y dio respuesta a los interrogantes citados, exponiendo hechos y documentos que arrojan
una necesaria luz sobre el tema.
En el inicio del
evento el Dr. Claudio Fernández, Secretario del CEDICAP, presentó al conferencista de la
noche con las siguientes palabras:
"Casa Patria
tiene el honor de contar esta noche con la disertación del Dr. Guillermo Leserre
Valsesia, quien hablará sobre el tema:´La ilegitimidad institucional en la Argentina´.
"El Dr.
Guillermo Leserre Valsesia es abogado especializado en los fueros Civil, Comercial, Penal
y Laboral, y miembro de renombradas instituciones jurídicas. Integró el Consejo
Directivo del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, y actualmente es miembro
titular del Instituto de Derecho Constitucional, del Instituto de Mediación, del
Instituto de Derecho Internacional Público, Relaciones Internacionales y de la
Integración, y del Instituto de Derecho de los Recursos Naturales y Energéticos del
mencionado Colegio.
"Ejerció la
docencia en la Universidad de Belgrano, la Universidad de Buenos Aires y la Universidad
Católica de Salta.
"Asimismo,
es autor del libro: La Deuda Externa Argentina, una Cuestión Política
Nacional y de variados artículos sobre temas jurídicos e institucionales."
Colonialismo
anglosajón y "Doctrina de Facto"
Al tomar la palabra
el Dr. Leserre Valsesia, lo primero que hizo fue definir qué es lo que él entiende por
Peronismo: "El Peronismo es un sentimiento, y es una forma de Estado. El
Peronismo también es un verdadero ´atrevimiento´, pues es una doctrina que desafió a
los imperios". A continuación, explicó que las potencias del mundo anglosajón
tomaron al líder justicialista como su gran enemigo continental, y recordó que Winston
Churchill dijo 1955 ante la Cámara de los Comunes de Inglaterra: "La caída de
Perón en la Argentina es una reparación para el orgullo del imperio y tiene para mi
tanta importancia como la victoria en la Segunda Guerra Mundial. Por eso las fuerzas del
imperio no le darán descanso en vida, ni tampoco después de muerto".
Seguidamente, el Dr. Leserre Valsesia conectó esa frase con una vertida hace muy pocos
años por Condoleezza Rice, quien se desempeñó como Secretaria de Estado durante el
gobierno de George W. Bush: "Para que el Sur del continente pueda ser asimilado,
éste debe alejarse de la figura de Perón. Sí, de aquel nazi demagogo llamado Juan
Domingo Perón".
Habiendo
ilustrado meridiana claridad quiénes fueron y quiénes son los detractores de la
auténtica doctrina peronista, el orador pasó a subrayar que existe en la historia
jurídica argentina lo que se denomina como "Doctrina De Facto", la cual tiene
por finalidad otorgar un supuesto fundamento institucional a aquellos personajes que
asaltaron y ejercieron el poder por la fuerza. Señaló que suele considerarse que
el génesis de tal doctrina fue la Acordada de la Corte Suprema de Justicia de septiembre
de 1930, que consideraba como legítimo al gobierno de facto que derrocó a Hipólito
Yrigoyen, y que utilizó una fórmula tan simplista como nefasta: "si el nuevo
gobierno es capaz de controlar el orden público, debe ser considerado como válido y por
lo tanto debe ser obedecido".
Sin embargo, el Dr.
Leserre Valsesia apuntó que el primer antecedente de la doctrina fue muy anterior,
remotándose al 5 de agosto de 1861, fecha en la que la Corte Suprema, en el caso "Baldomero
Martínez y Otro", consagró de hecho como Presidente del país a Bartolomé
Mitre, aduciendo que este personaje tenía a su cargo el Poder Ejecutivo nacional debido a
que "ejercía provisoriamente todos los poderes nacionales después de la Batalla
de Pavón, con el derecho de la revolución triunfante y asentida por los pueblos y en
virtud de los graves deberes que la victoria le imponía". Tal como resaltó
Leserre Valsesia, "hubo un pacto masónico entre Urquiza y Mitre para definir el
resultado de Pavón, una batalla en la que Mitre fue militarmente derrotado y aún así
Urquiza obligó a sus soldados a rendirse. Esto ya lo demostró el recordado historiador
revisionista José María Rosa. De este hecho nace finalmente la República liberal, que
ya se venía gestando desde el derrocamiento de Juan Manuel de Rosas en Caseros".
La "Doctrina De
Facto" fue combatida en el siglo XIX por los últimos grandes caudillos federales, el
riojano Angel Vicente "Chacho" Peñaloza y el catamarqueño Felipe Varela, cuyas
reivindicaciones y denuncias fueron "acalladas a sangre y fuego por los
ejércitos unitarios de Mitre y Sarmiento y por la ´Generación´ o ´Degeneración´ del
80". Posteriormente, fue perfeccionada en 1930 por los liberales al derrocar a
Yrigoyen, y tuvo su primer fin el 4 de junio de 1943, cuando la Revolución
Cívico-Militar del GOU restauró a las instituciones. En tal sentido, el Dr. Leserre
Valsesia observó que las nuevas autoridades convocaron a elecciones democráticas para el
día 24 de febrero de 1946, en las que triunfó de manera legítima y transpartente, sin
proscripción alguna, el entonces Coronel Juan Domingo Perón.
La
Constitución Nacional de 1949
A
continuación, el expositor declaró que para consolidar institucionalmente los principios
promovidos por la Revolución del '43, el gobierno peronista se abocó a la elaboración y
sanción de una nueva Carta Magna que se ajustara al interés argentino y se alejara de
las nociones colonialistas y cipayas. Así es como el 16 de marzo de 1949 fue aprobada la
nueva Constitución Nacional, la cual estuvo plenamente vigente durante casi 6 años.
La Constitución fue
revolucionaria en muchos aspectos, los cuales fueron explicados en detalle por el Dr.
Leserre Valsesia. Entre los que se pueden mencionar, sintéticamente, la consagración de
los derechos del trabajador, de la familia y de la ancianidad, los derechos a la
educación y la cultura (artículo 37), y la consagración de la función social de la
propiedad, el capital y la actividad económica (artículo 38). También es muy
significativa la redacción del artículo 39, que dice textualmente: "El capital
debe estar al servicio de la economía nacional y tener como principal objetivo el
bienestar social. Sus diversas formas de explotación no pueden contrarias los fines de
beneficio común del pueblo argentino". Pero el orador sostuvo que lo que más
preocupó e irritó a las potencias extranjeras y a los sectores dominantes fue el
artículo 40, que regulaba toda la economía nacional, orientádola en beneficio exclusivo
de la comunidad, y resguardando la potestad nacional sobre áreas tan claves como la
minería y los servicios públicos.
El golpe de
1955 y la ilegitimidad institucional que generó
De acuerdo al Dr.
Leserre Valsesia, esta Constitución acababa con las redes de sometimiento tejidas por los
anglosajones desde hacía más de un siglo, y es por ello que a pocos días de usurpar el
poder en 1955, los golpistas de la "Revolución Libertadora" abolieron en forma
ilegítima y antijurídica dicha Carta Magna, reemplazándola por la antigua versión
liberal de 1853, reimplantando así la lógica de la "Doctrina De Facto". Esto
llevó a la valiente renuncia del Dr. Jorge Vera Vallejo a su cargo de juez de la Corte
Suprema, gesto de dignidad que no fue imitado por sus colegas.
Tal como explicó el
conferencista, resulta a todas luces aberrante que se acepte que la Constitución pueda
ser derogada por un simple bando militar, de allí que todo lo legislado con posterioridad
"deviene en nulo de nulidad absoluta", dando lugar a un "permanente
estado de ilegitimidad institucional que perdura hasta nuestros días", pues "se
contravinieron los principios consagrados del Derecho Constitucional, tanto argentino como
comparado".
Esta ilegitimidad
alcanzaría también entonces a la propia reforma de 1994, siendo que la misma no salvó
bajo ninguna circunstancia los hechos mencionados. "Esto ha ocurrido y fue hecho
por las minorías liberal, con un claro y rotundo desprecio al pueblo y sus derechos y en
orden a los intereses del poder real que hasta ahora no nos gobierna, sino que nos domina;
poder real que no es otra cosa que el económico-financiero, cubierto por el débil barniz
de una democracia ficta y formal, gerenciadora y administradora de esos intereses".
En los siguientes
pasajes de su disertación, el conferencista explicó las nefastas consecuencias que se
produjeron a raíz de la derogación de facto de la Constitución de 1949, apuntando
especialmente los latrocinios cometidos por los régimenes de 1955 y 1976 y por el
gobierno menemista de la década del ´90, acerca de los cuales observó que están
absolutamente ligados por idéntica línea ideológica liberal y que incluso compartieron
funcionarios.
La misión
histórica que debería asumir un Gobierno Patriótico
La parte final de la
exposición tuvo por objeto remarcar, en primer término, que legalmente la Argentina
permanece en una situación de gravísima ilegitimidad institucional, la cual únicamente
puede ser solucionada a través de una nueva reforma constitucional.
Consecuente con ese planteo, el Dr. Leserre
Valsesia concluyó que cuando se den las circunstancia para que un gobierno patriótico
asuma la conducción del país, una de las primeras cosas que debería considerar, es que "por
su nulidad absoluta e insanable, todos los actos de gobierno regidos por el Derecho
Público posteriores a la abolición de la Constitución de 1949 quedan sujetos a
revisión, especialmente aquellos que hayan ordenado la disposición y enajenación del
Patrimonio Nacional, empresas y negocios del Estado Argentino, de los recursos naturales y
el régimen legal de tenencia de tierras. Quedarían a salvo, vigentes y firmes todos los
actos surgidos y derivados del Derecho Privado en la relación entre los particulares, en
tanto y en cuanto no se opongan en sus efectos al interés nacional y popular, con
relación a la Norma Fundamental Legítima de 1949". Añadió, seguidamente, que
"aunque el Movimiento Nacional hoy parezca silencioso, en verdad se mueve lenta
pero inexorablemente hacia su objetivo. Por debajo de la piel de la Argentina corre la
savia que en los siglos XIX y XX la Voluntad General de los Pueblos de la Nación han
inyectado en las grandes decisiones de las mayorías nacionales y populares, y que
nuevamente triunfarán en el Siglo XXI".
En la práctica, "la
consecuencia sería volver inmediatamente a la situación del 15 de septiembre de
1955", cuando la Argentina no estaba incorporada a ningún organismo de la usura
internacional, y cuando poseía el control de todos los resortes básicos de su economía.
Es decir, "se quebraría una vez más el dominio extranjero, y esta vez para
siempre".
Como era de
esperarse, los esclarecedores conceptos desarrollados por el Dr. Guillermo Leserre
Valsesia recibieron la aprobación y el cálido aplauso de la concurrencia, que luego le
formuló distintas preguntas, que fueron respondidas amable y pacientemente por el
prestigioso jurista, ahondando así en varios puntos de la disertación. Otro importante
evento en el Centro de Difusión Casa Patria, de alto nivel académico, de
concientización y defensa de cuestiones fundamentales que hacen al interés nacional.
---
Agencia de Noticias RK
redkalki@libreopinion.com
* Se autoriza
la reproducción total o parcial de esta nota siempre que se cite la fuente.
|